Page 230 - Debate Constitucional 1993 - Tomo II
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preocupantes de los que tenemos que debatir en  dad de veces en el curso de la historia. Y cada vez
                  los próximos días.                          que se ha producido, ha puesto en una insosteni-
                                                              ble posición intelectual a aquellos que piensan
                  Estos temas están en todas las constituciones  en la democracia como el gobierno de la mayo-
                  nacionales que nos han precedido. En el Diario  ría. Si la mayoría decide elegir y votar por un
                  de los Debates —que tienen ustedes aquí en la  tirano, pues su propia convicción los obligaría a
                  Biblioteca— están expuestas las ideas y doctri-  servir también a ese tirano.
                  nas que sustentaron, en las once constituciones,
                  las propuestas de los legisladores anteriores.  En cambio, señor, aquellos que pensamos que la
                  Lamentablemente, a veces la falta de un conoci-  democracia es control y que se basa fundamen-
                  miento sobre ello nos lleva a un problema, con el  talmente en construir instituciones para prote-
                  cual concluyo —y sustento y apoyo lo dicho con  ger la libertad, tenemos una base infinitamente
                  perspectiva por José Barba Caballero—, que es:  más sólida para poder actuar. Aunque nosotros
                  la falta de perspectiva histórica de los legislado-  aceptamos las decisiones de la mayoría, para así
                  res conlleva a la suposición de que la historia  permitir el desenvolvimiento de las instituciones
                  comienza hoy. Lamentable característica que noto  democráticas, esto no significa que, apelando a
                  en algunos legisladores, por cierto no en todos,  los propios recursos democráticos, no breguemos
                  pues hay personas que se han enterado mejor de  por su revisión más adelante.
                  las cosas, que han tenido más responsabilidad de
                  ir a estudiar a los que nos han antecedido para  Después del 5 de abril, señor, surgieron algunos
                  no repetir inútilmente en los debates de hoy.  políticos y ministros de nuevo cuño afirmando
                                                              que la democracia no sirve, que no impide los
                  Señores, lo que quiero decir, entonces, es que  abusos e, incluso, se llegó a culparla de todas las
                  agradezco la perspectiva que está dando Pepe  responsabilidades acaecidas en nuestra patria. Lo
                  Barba Caballero, en líneas generales, en los con-  que no se daban cuenta estos críticos es que erra-
                  ceptos filosóficos que sustentan lo que hoy va-  ban totalmente al dirigir sus ataques contra la
                  mos a empezar a debatir, e invocar que lo que  democracia. La democracia no asegura de ningu-
                  vamos a empezar a debatir ya lo hicieron —y  na manera, por ejemplo, que la política alocada
                  sorprendentemente a fondo en muchos casos—  de un gobernante demócrata pueda ser mejor que
                  quienes estuvieron sentados en estos escaños en  la adoptada por cualquier dictador benévolo.
                  las once constituciones anteriores, desde 1823
                  hasta hoy, y con conceptos muchas veces tremen-  La democracia —y esto debe de quedar claro—
                  damente similares.                          sólo nos suministra un marco de principios para
                                                              relaciones de dignidad y de respeto a la persona
                  Lamento una vez más, entonces, la falta de sus-  humana y, sobre todo, nos proporciona un con-
                  tento doctrinario a este proyecto constitucional  junto de instituciones que nos permiten la trans-
                  de la mayoría.                              formación de la mismas, sin recurrir a la violen-
                                                              cia.
                  Gracias.
                                                              Yerran pues, completamente, aquellos que diri-
                  El señor PRESIDENTE.— Prosiga, señor Bar-   gen su ataque a la democracia. A quienes debe-
                  ba Caballero.                               ríamos de atacar es, en todo caso, a los partidos
                                                              políticos, a los hombres y a nosotros mismos. La
                  El señor BARBA CABALLERO (CD).— Se-         democracia no puede mejorarse por sí sola. A
                  ñor Presidente: Si alguien pensase que no es po-  nosotros nos corresponde fundamentalmente esa
                  sible impugnar el concepto de democracia enten-  tarea y lo haremos mejor en la medida que nos
                  dido como gobierno de la mayoría, sencillamente  tornemos conscientes de que el progreso reside
                  me preguntaré, como una vez lo hice en el seno  en nosotros mismos, en nuestros desvelos, esfuer-
                  de la Comisión de Constitución, lo siguiente: ¿qué  zos y sacrificios, en la claridad con que conciba-
                  pasaría si la voluntad del pueblo no es gobernar-  mos nuestros fines y, sobre todo, en el realismo
                  se a sí mismo, sino entregarle el mando a un ti-  con que nos propongamos construir una verda-
                  rano?                                       dera y auténtica Constitución democrática.
                  El hombre libre puede ejercer su libertad de  Esta democracia de la que hablo no debe de abdi-
                  muchas maneras: desafiando a las leyes e, inclu-  car de sus funciones en favor del Ejecutivo y tam-
                  so, desafiando a la misma libertad, auspiciando  poco olvidar que históricamente la democracia
                  incluso el derrocamiento de la democracia.  nació para contener el poder de los gobernantes
                                                              y sobre todo para impedir el advenimiento de la
                  Y no se trata aquí, en modo alguno, de una posi-  tiranía, construyendo instituciones democráticas
                  bilidad remota, sino de un hecho repetido infini-  sólidas.



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