Page 836 - Debate Constitucional 1993 - Tomo I
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damente en los últimos años. Y esa es nuestra  cia o Inglaterra, o la misma España, son países
                  apuesta: la apuesta de la concertación por un  donde la gente literalmente muere despojada por
                  modelo que no cambie; la apuesta de un entendi-  unos capitalistas voraces que circulan por las
                  miento por un modelo viable, permanente en el  calles? Esto quiere decir; si a la economía de mer-
                  tiempo.                                     cado le ponemos "social", entonces todos somos
                                                              buenos; pero si no le ponemos "social", todo el
                  Si ayer, señor Presidente, nos acusaron de reac-  mundo es un pillo que va a despojar al prójimo.
                  cionarios y de conservadores por defender la li-  Esto es retórica, y me ha convencido y reafirma-
                  bertad, y hoy muchos liberales nos vuelven a  do en la idea de que las palabras son símbolos
                  endilgar ese mote por defender la solidaridad, esa  políticos poderosísimos. Acá no se está debatien-
                  es nuestra mejor señal: la señal de que avanza-  do el régimen económico; acá se están enfren-
                  mos por rumbo firme; la señal de que a otros los  tando símbolos políticos para decir: "perdimos" o
                  mueve el viento, como mueve éste a la veleta. Y  "ganamos"; y esa victoria es del partido tal: el "t",
                  esa es la convicción más firme que nos mueve: la  "d", "z"; o esa otra victoria es de nosotros, Vieja
                  de saber que acertamos en el rumbo; que segui-  Mayoría-Cambio 60.
                  remos por ese camino; y que le ofreceremos al
                  país la seguridad de que no está condenado a un  No, señor Presidente; todo esto es un ejercicio
                  liberalismo inhumano, sino que existe la posibi-  inútil; es uno de los ejercicios más inútiles que
                  lidad cierta de crecer con equidad, que es la ver-  he visto en mi vida. La economía social de mer-
                  dadera señal del desarrollo.                cado, como está contenida en el artículo 57º que
                                                              está ahí, es, en cuanto a sus efectos, indiferente;
                  Muchas gracias.                             y lo saben todos aquellos que han debatido acá.
                                                              Pero, políticamente no es indiferente; porque
                  El señor PRESIDENTE.— Muchas gracias,       introduce un elemento de ambigüedad en el tex-
                  doctora Lourdes Flores.                     to constitucional, que permite a futuros parti-
                                                              dos, cuando lleguen al Poder, interpretar esta "eco-
                  Tiene la palabra el señor Francisco Tudela.  nomía social de mercado" como mejor les parez-
                                                              ca. ¿Por qué? Muy simple. La "economía social
                  El señor TUDELA VAN BREUGEL-DOU-            de mercado" es un término socialcristiano, de
                  GLAS (R).— Muchas gracias, señor Presidente.  aquellos que están forjados en la doctrina social
                                                              de la Iglesia. Y qué pasa si alguien que no está
                  Ha sido un día largo. Mi bancada está un poco  forjado en la doctrina social de la Iglesia, un hu-
                  rala, como todos pueden ver. En ese sentido, si  milde laico secular, un budista —Dios nos libre—,
                  concedo interrupciones, será al final de mi expo-  un hindú, llega al Poder en el Perú y decide in-
                  sición, porque no creo que me alcance el tiempo.  terpretar lo social de la economía de mercado,
                                                              por ejemplo, como socialista. ¿Nos van a defen-
                  Estoy atónito, señor Presidente. Nunca he visto,  der, entonces, los social-cristianos, que nunca han
                  en estos seis meses en este Congreso, ni siquiera  podido ser más que una minoría en la Repúbli-
                  en mi época activa en la política universitaria,  ca?
                  un debate más maniqueo, y prácticamente inútil,
                  que éste.                                   La Constitución requiere protecciones eficaces.
                                                              Yo reconozco la validez de la economía social de
                  Hay un monstruo que se ha metido al Congreso,  mercado; es un concepto que fue válido. Como
                  que circula por los pasillos, por las galerías; que  abstracción filosófica es un concepto hermoso.
                  es peor que el cuco, que el tunche, que el muqui;  Pero fue especialmente válido, en un mundo que
                  peor que los dinosaurios: es la "economía de mer-  nacía de la Revolución Industrial; fue válido en
                  cado", un monstruo horroroso que ha ingresado  una época en la cual la Iglesia Católica confron-
                  al Hemiciclo y que aterra a los congresistas de la  taba el fenómeno de la Revolución Industrial;
                  República.                                  confrontaba el fenómeno de los sindicatos; con-
                                                              frontaba un socialismo militantemente ateo que
                  El término "economía social de mercado", es un  había que contrarrestar. En ese mundo de enor-
                  término derivado de una situación confesional y  mes convulsiones nace la doctrina social de la
                  se limita únicamente al mundo católico; y ni si-  Iglesia.
                  quiera a todos los países católicos, que no tienen
                  esto en sus Constituciones.                 Yo diría que uno de sus antecesores más remotos
                                                              es un teórico francés, que escribió un libro que
                  Hay naciones perfectamente serias, perfectamen-  se llamaba Hacia el Orden Social Cristiano. Él
                  te normales, bien estructuradas, con sistemas  proponía el corporativismo católico como respues-
                  sociales admirables, que no ponen este adjetivo  ta al socialismo. Ésa es la matriz del pensamien-
                  "social" en su régimen económico. ¿Acaso Fran-  to socialcristiano. Los alemanes —el Partido Ca-



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