Page 834 - Debate Constitucional 1993 - Tomo I
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vidar los principios fundamentales que propone  un engendro, que fue la comunidad industrial.
                  nuestra Constitución en su primer capítulo, en
                  donde, justamente, hay tantas disposiciones que  Y también hicimos frente a la propiedad social,
                  se refieren a los derechos humanos. No puede  como mecanismo único de un modelo alternati-
                  ser que tengamos una Constitución humanista  vo que no tenía siquiera la valentía de reconocer
                  por un lado y deshumanizada por otro. Tiene que  que cuando había utilidad, había que llamarla
                  haber, en consecuencia, dentro de los Principios  así, sino que la ocultaba bajo el falso nombre de
                  Generales del Régimen Económico, la incidencia  "excedente". Propusimos, con firmeza, levantar,
                  en esos principios generales humanistas que es-  frente a la política del odio, una política de opti-
                  tán en la primera parte de la Constitución. Jus-  mismo; frente a la política de división, una polí-
                  tamente, con las modificaciones y sugerencias que  tica de hermandad. Y tratamos de introducir, con
                  hemos propuesto, así como con las que han al-  fuerza, aunque los vientos soplaban en contra-
                  canzado otros señores congresistas, creo que po-  rio, una filosofía del triunfo, que hoy día segui-
                  dría mejorarse el texto que se encuentra en de-  mos reclamando.
                  bate, para neutralizar el excesivo ultraliberalismo,
                  señor Presidente, que se advierte en los artícu-  En el año 1980 le propusimos al país, probable-
                  los propuestos por la Comisión en mayoría.  mente, uno de los planteamientos más concretos
                                                              que partido político alguno haya hecho. Ahí se
                  El señor PRESIDENTE.— Tiene la palabra la   hacía un diagnóstico, tras doce años de militaris-
                  señorita Lourdes Flores.                    mo, y le decíamos al país, con firmeza: ¡cambie-
                                                              mos!, ¡avancemos en una contrarreforma! El país
                  La señorita FLORES NANO (PPC).— Señor       no nos escuchó. El país no nos apoyó. Pero segui-
                  Presidente: El 23 de julio de 1956, don Ernesto  mos firmes en nuestros principios; y seguimos
                  Alayza Grundy definió que eran objetivos preci-  planteando, con vehemencia, aquellas tesis en las
                  sos de una política económica de bien común,  que creíamos. Se nos dijo entonces, a la luz de
                  desarrollar económicamente al país para acrecen-  planteamientos tales como generar empleo tem-
                  tar la renta nacional y ordenar la distribución de  poral con vistas a la exportación, que queríamos
                  la misma renta nacional con criterios de justicia,  "taiwanizar" el Perú. Pero seguimos fieles a nues-
                  así en lo social como en lo geográfico.     tras convicciones democráticas y a los principios
                                                              económicos y sociales en los que creímos.
                  Basados en esos principios, los fundadores del
                  PPC, entonces integrantes de la Democracia Cris-  Participamos en el gobierno del 80 al 85, pero
                  tiana, impulsaron en este país, con fuerza, refor-  tuvimos claridad para fijar ante el país los nortes
                  mas sociales que significaban la posibilidad real  y los correctivos que la política económica recla-
                  de aumentar el ingreso nacional. Así, por ejem-  maba. Entonces dijimos, con claridad, que gas-
                  plo, en la década del 60 fue fomentada una refor-  tar e invertir fundamentalmente en infraestruc-
                  ma agraria, destinada a devolverle productividad  tura de largo alcance que no fuera de carácter
                  a la tierra ociosa, a colocar en el mercado nacio-  productivo, era un gasto que, a la larga, el país
                  nal ingresos adicionales y a generar un mercado  pagaría sin resultados concretos; y que había que
                  interno que era fundamental para el modelo de  avanzar en la necesidad de reducir el Estado y el
                  desarrollo que entonces se iniciaba. Se impulsó  tamaño empresarial de éste. Y, sin duda, fueron
                  también una reforma de la empresa, destinada a  contundentes nuestros argumentos y nuestra fir-
                  darle a la empresa industrial que recién surgía  meza, cuando, entre los años 85 y 90, no se pudo
                  la fuerza que ésta necesitaba.              actuar más alejado del modelo que nuestra Cons-
                                                              titución planteaba, al introducir el desorden fis-
                  Nacido a la vida política, el Partido Popular Cris-  cal y una política ficticia como norte.
                  tiano, como ha recordado hace un instante el
                  doctor Antero Flores-Araoz, le propuso al país,  Señor Presidente, nuestra vida política es un tes-
                  con firmeza, convertirlo en un país de propieta-  timonio permanente de una línea coherente. Y
                  rios. Y, en la década de los 70, casi solitarios, cuan-  ese es el orgullo que tenemos los pepecistas de
                  do el mundo giraba en torno a otras tesis, defen-  una nueva generación: saber que no estuvimos
                  dimos la propiedad privada, que, ciertamente, es-  en la hora inicial, saber que no forjamos esas
                  taba siendo negada. Negada por una reforma  doctrinas y esos principios; pero que nos senti-
                  agraria mal interpretada frente a las reformas  mos ligados y vinculados a ellos y que sentimos
                  de los 60, que no convertía a nadie en propieta-  que son tesis que hoy día tienen, quizás más que
                  rio y que imponía, desde arriba, cooperativas y  nunca, coherencia.
                  un modelo estatal. Hicimos frente a una reforma
                  industrial, que tampoco contribuía a una verda-  Tras la caída del Muro de Berlín, se nos plantea
                  dera participación de los trabajadores en la ges-  la necesidad de reformar la Constitución en lo
                  tión y en la utilidad de la empresa y que generó  económico. Y hemos señalado, con toda nitidez,



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