Page 835 - Debate Constitucional 1993 - Tomo I
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en el dictamen en minoría, que, en nuestro con- vemos con decisión en el proyecto de la mayoría,
cepto, los nuevos fenómenos mundiales una y que en cambio nosotros fortalecemos en nues-
economía globalizada y la ruptura del conflicto tra propuesta; porque sostenemos que el Perú
entre el Oriente y el Occidente llevan a pensar no tiene por qué verse enfrentado a esa dicoto-
también en la necesidad de abrir nuestra econo- mía: de ir hacia un modelo liberal o de regresar
mía y de corregir aquellas normas que, o no nos al populismo. Porque es posible fomentar, a la
colocan como país competitivo, o que fueron en vez, una economía libre y solidaria que corrija
su momento fruto de una transacción; ante un graves defectos estructurales en nuestra econo-
mundo en el que, prácticamente solitarios, afue- mía.
ra y adentro, defendíamos las tesis que hoy pare-
cen verdad. Sentimos que están todavía vigentes y posibles
de realizarse las metas que trazamos para el Es-
Y por eso nos sentimos cómodos de mantener tado peruano en la década del 80: la posibilidad
coherencia y firmeza en los principios que, con de un Estado que sea garante del orden, que sea
tanto vigor, hemos venido defendiendo en los úl- director general, para que impulse el máximo
timos años. empleo dentro de una planificación democrática
y no compulsiva; la posibilidad de un Estado como
El socialcristianismo, se ha recordado, surgió en promotor, que abre horizontes nuevos e impulsa
la historia mundial como una tesis intermedia, el esfuerzo y la productividad; la posibilidad de
como la tercera vía entre el socialismo y el libe- actuar como agente subsidiario en aquellos cam-
ralismo. Yo me pregunto si para América Latina pos necesarios de la actividad económica que por
y para el Perú sigue siendo viable esa tercera su volumen o escasa rentabilidad no sean cubier-
opción. Hay quienes afirman que no hay camino tos por la empresa privada; la posibilidad de ac-
posible, que sólo está el camino del liberalismo tuar como ente fiscal, para distribuir la renta con
como única vía, o el del socialismo estatizante. criterio más equitativo; la posibilidad de defen-
der la libertad y la competencia combatiendo los
Nosotros nos resistimos a creer en esa tesis. Sin monopolios surgidos por ley o por concertación;
perder de vista la necesidad de una economía la posibilidad del Estado como creador de infra-
abierta, de una economía competitiva, de la de- estructura y equipamiento físico-económico a
fensa de la propiedad privada y de la libertad, sí nivel nacional; o como impulsor de la investiga-
hay la posibilidad de una tercera vía. Una terce- ción científica y técnica; o como promotor de las
ra vía que fundamentalmente atienda, con una exportaciones, facilitando la búsqueda y conser-
política social agresiva, aquellos males la po- vación de mercados y promoviendo su capacidad
breza y la desigualdad que reinan en nuestro competitiva internacional.
país y en toda nuestra América. Porque no es
posible que el Banco Central de Reserva nos dé, Hay pues, señor, una tercera vía, y esa es la al-
entre uno de los datos de este vigente decenio, ternativa que nosotros queremos plantear, con
de los años 90, 91 y 92, como mejor demostra- claridad, frente al liberalismo. No nos resigna-
ción de que algo está fallando, aquel que nos in- mos a este dualismo al que los dogmáticos nos
dica que el gasto social en educación, salud, vi- quieren conducir; porque sentimos que ese libe-
vienda y trabajo, como proporción del producto ralismo a ultranza no nos conduce al desarrollo
bruto interno, ha sido el más bajo de los últimos con equidad, que es en el que nosotros creemos;
veinte años. y porque, por supuesto, durante veinticinco años
hemos rechazado el modelo estatizante y socia-
Ésta es la verdad de un país en crisis. Nosotros lista.
consideramos que, sin romper principios, sí es
posible corregir y reinvertir el gasto público, para Por eso abrigo la esperanza de que encontremos
orientarlo fundamentalmente a la inversión so- en este texto constitucional mecanismos de en-
cial. Nosotros pensamos que sí es posible, sin tendimiento que nos permitan ofrecerle al país
romper principios de una economía libre y de una continuidad en los próximos veinte o veinticinco
economía competitiva y abierta, revertir la ten- años. Porque no entendemos que el éxito econó-
dencia centralista de un modelo de crecimiento mico venga necesariamente ligado a la autocra-
hacia adentro y fomentar una inversión descen- cia en el poder o a un modelo político vertical
tralizada que garantice una distribución del in- desde arriba. Porque si tuviéramos que mirar
greso diferente. ejemplos en el mundo y en América Latina, mu-
cho más nos entusiasma el modelo colombiano o
Hay pues, a través de una política tributaria y el Pacto de Punto Fijo, en Venezuela; o el Pacto
una política de gasto público, posibilidades de de la Moncloa, en España, como mecanismos de
revertir esta tendencia, que aisla de lo social y entendimiento y de concertación, que les han dado
que centraliza la economía. Y eso es lo que no a esas naciones la posibilidad de crecer sosteni-
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