Page 825 - Debate Constitucional 1993 - Tomo I
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que no es social, en dejar que cuando los ricos  Los defensores de la economía social de mercado
                  sean más ricos, por ese solo fenómeno, los po-  siempre se cuidan de un terror, el terror que al-
                  bres dejen de serlo. Pero, como nosotros sabe-  guien les pueda decir: "ustedes aprovechan al
                  mos que eso no es así, no podemos esperar que  Estado, para que él permita vivir a los ociosos y
                  los pobres estén muertos, para que recién enton-  quitar el esfuerzo de los que trabajan más". Éste
                  ces, los ricos compartan con ellos su riqueza. Eso  es un riesgo que existe cuando el Estado se pu-
                  significa, por tanto, que, en una economía social  diese volver socialista, que no es el caso. Pero el
                  de mercado, la pobreza tiene que ser enfrentada  concepto se explica muy bien como una metáfo-
                  por acción directa del Estado. No del empresa-  ra, que es clarísima: el Estado desempeña su rol
                  rio, no de los banqueros, no de los gobiernos ex-  social en la economía social de mercado como un
                  tranjeros; sino que el enfrentar la pobreza como  bombero que apaga el fuego, para evitar que las
                  un fenómeno social, es la consecuencia de enten-  contradicciones o las desigualdades de carácter
                  der que el mercado por sí solo no acaba con la  irritante perjudiquen y rompan el orden social
                                                              por razón de injusticia.
                  pobreza. Distinto planteamiento al que sostiene
                  la economía de mercado "a secas", que no puede,  Pero el Estado no es y no será en esta Constitu-
                  según ellos, ingresar al campo de acción directa,  ción una hamaca social, donde el que no quiera
                  donde pudiera permitir, como una palanca, levan-  trabajar pueda vivir del Estado y donde el que
                  tar a los pobres.                           trabaje más no pueda ganar más; porque la eco-
                                                              nomía social de mercado significa que en la com-
                  Termino el cuarto concepto, porque hay tres in-  petencia siempre tendrá ventaja el que más se
                  terrupciones solicitadas, y sería incómodo otor-  esfuerza, o aquel a quien la vida más luces le ha
                  gar una y no las dos restantes.             dado.
                  Si la competencia, para nosotros, no tiene el re-  Voy a pedir a mis gentiles amigos que han solici-
                  sultado final positivo, por el solo sistema de sus  tado interrupción, que no pasen de un minuto
                  reglas automáticas; si la competencia no es ca-  en el orden pedido.
                  paz de eso, ¿quién modera la competencia?, ¿quién
                  la coloca en situación de que los desiguales sean  Mi colega Donayre, mi colega Moreyra.
                  iguales para competir? ¡Sólo el Estado! ¡Nadie más
                  que el Estado! ¡Únicamente el Estado! Por eso es  El señor PRESIDENTE.— Si me permite di-
                  que su tarea de promoción y de regulación co-  rigir el debate, se lo voy a agradecer, señor Ferrero.
                  mienza con la lucha de todo aquello que entorpe-
                  ce la competencia real; llámese abuso del merca-  El señor FERRERO COSTA (NM-C90).— Con
                  do, llámese monopolio, llámese competencia des-  su permiso, señor Presidente.
                  leal. Todos aquellos sistemas que utilizan los
                  egoístas de siempre, para lograr imponer el pri-  El señor PRESIDENTE.— Adelante, señor
                  vilegio de los más fuertes sobre los más débiles,  Moreyra.
                  que sería permitido en el mundo entero, si el
                  Estado no existiera y no tuviese una concepción  El señor MOREYRA LOREDO (SODE).—
                  social.                                     Gracias.
                  Señor Presidente, Carlos León Trelles me ha ce-  Voy a ser muy breve.
                  dido su tiempo. Voy a permitir las interrupcio-
                  nes solamente en el momento que termine este  Yo estoy absolutamente seguro de la sinceridad
                                                              de tus palabras. Lo que no veo es cuál es la corre-
                  concepto, para pasar al siguiente.
                                                              lación entre el lugar que ocupas y lo que estás di-
                                                              ciendo. Porque, entre otras cosas —y desgracia-
                  El señor PRESIDENTE.— Sólo le pido, doc-    damente ya la interrupción viene un poco tarde—,
                  tor Ferrero, administrar un poquito mejor el tiem-  el gobierno que tú apoyas ha firmado con el Fon-
                  po, porque recuerde que estamos ya a un cuarto  do Monetario el compromiso de igualar todos los
                  para las siete, y todavía hay varios oradores.  impuestos en forma "flat"; todos, incluso el impues-
                                                              to a la renta. O sea, lo que tú estás diciendo que
                  Adelante, señor Ferrero.                    no se debe hacer es lo que el actual gobierno ha
                                                              firmado; y tenemos un proyecto que está negando
                  El señor FERRERO COSTA (NM-C90).—           hasta la planificación y que niega la posibilidad de
                  Tengo la mala suerte de que siempre la Presi-  que haya intervención del Estado. ¿Correcto? Te
                  dencia me hace notar que, en mi caso, el tiempo  invito a que vengas para este lado.
                  es escaso. Aun así, voy a obedecer su recomenda-
                  ción, utilizando el tiempo mínimo posible para  El señor PRESIDENTE.— Puede continuar,
                  terminar el concepto.                       señor Ferrero Costa.



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