Page 824 - Debate Constitucional 1993 - Tomo I
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Pero es el caso, para quienes estamos en esta competencia; mas no en la competencia en sí. Por-
bancada, que al haber resuelto volver a colocar que si se pregunta si un zapatero de Huaycán
la frase "economía social de mercado", lo hemos puede competir en igualdad de condiciones con
hecho con la convicción de que dentro de ella está un fabricante de zapatos de una industria masi-
encerrado un concepto que hoy en día, en nues- va y grande, en el centro de la ciudad, tendría-
tra época, resulta absolutamente indispensable mos que concluir que este zapatero no puede com-
para obtener los objetivos de interés común que petir con el fabricante grande.
nosotros perseguimos.
Entonces, la economía de mercado no consiste
Si es que se hubiera adoptado, como alguna vez en dejar a la gran industria competir a solas, fría-
alguien quiso, sólo la frase "economía de merca- mente, es decir, una competencia entre el gran-
do", sin la palabra "social", se hubiese caído en la de y el chico; sino en poner las condiciones de
grave equivocación del concepto determinista, crédito, de capital, de interés, de oportunidades;
según el cual, en el fenómeno económico, sola- de modo que el chico, antes de competir, por lo
mente rigen reglas de carácter absoluto, que, de menos, esté en condiciones que le permitan lu-
manera autónoma, logran conseguir un objeti- char en una competencia regulada por el Estado,
vo, bueno para todos, en función del egoísmo. no automática, y donde la capacidad, la inteli-
gencia y la honestidad sean las que al final con-
Resulta, señor, que nosotros rechazamos filosó- viertan la utilidad en algo mayor.
fica, intelectual y éticamente el concepto del
determinismo económico. Al rechazar el deter- Esa igualdad de partida es indispensable para
minismo económico, rechazamos la economía de entender la economía social de mercado. Por eso,
mercado sin la palabra "social". La razón es do- en una economía social de mercado el Estado no
ble. De un lado, el determinismo económico sig- es un policía, no es un gendarme. El Estado es
nificaría que la felicidad de los seres humanos más que eso: es un regulador, es un promotor del
podría conseguirse de manera automática, sólo bien común y es un catalizador de los intereses
por la aceptación de las reglas del mercado. En colectivos.
esa tesis, la voluntad de la conducta humana y, Ahora, cómo es que esa acción del Estado social
por lo tanto, la inteligencia del ser, quedaría so-
lamente sometida a las reglas automáticas, que puede llevarse al concepto real y específico de la
vida económica. Vamos a dar solamente algunos
permitirían, con la supuesta competencia, lograr ejemplos:
la felicidad y la igualdad. Como esto, siendo
determinista, anula la condición humana, noso- Una economía de mercado es social cuando, sea
tros lo negamos, por esencia, y calificamos que el caso, el impuesto es progresivo; y el que tiene
una economía de mercado, sin el aspecto "social", más, paga más. Porque, según las estrictas re-
deshumaniza a la persona y la somete a unas re- glas del mercado, la tasa, por ejemplo, debía ser
glas que en el fondo niegan hasta la existencia de uniforme para todos. Pero es progresiva, porque
Dios; porque si podemos ser felices sólo con las el concepto de lo social nos hace ver que si ganó
reglas del mercado, ni siquiera necesitamos re- más, más tiene que entregar en beneficio del
currir al entendimiento y a la luz de la ética, que Estado, para que el Estado redistribuya en su
señalan principios que colocan al hombre por acción de carácter catalizador.
encima de todo en esta tierra.
Tengo que terminar el concepto, doctor, y en unos
Pero el segundo argumento es igual de impor- minutos le voy a ceder la interrupción.
tante. No hay economía de mercado si en lo so-
cial no se incorpora el elemento vital, que es el Pero, en segundo lugar, un Estado también tie-
siguiente: ne, en su economía social, la obligación de pro-
mover el empleo. Entonces, una economía social
No es éste un mundo parejo desde que comien- de mercado no sacrifica, por una modernización,
za. No nacemos todos iguales, ni vivimos todos ni por una tecnificación, la mano de obra, que
iguales; pero no sólo por la disimilitud de la con- significa el salario y la supervivencia del trabaja-
dición humana, sino, sobre todo, por las diferen- dor.
cias en la riqueza, en el trabajo, en las posibilida-
des, y en la medida en que cada uno tiene una La promoción del empleo, utilizando todas las
sociedad que le permite superar la desigualdad. herramientas al alcance del Estado, es parte in-
separable de la economía social de mercado. Los
Entonces, cuando hablamos de economía social otros dos ejemplos son los siguientes: como en la
de mercado, estamos entendiendo una economía economía de mercado "a secas" el pobre no inte-
en la que la igualdad es el punto de partida en la resa, lo fundamental consiste, en una economía
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