Page 821 - Debate Constitucional 1993 - Tomo I
P. 821
Yo me pregunto: ¿Por qué es eso malo? ¿Es que A diferencia de los voceros oficialistas, a mí no
creen ustedes que los grandes objetivos naciona- me parece que el régimen económico de la Cons-
les se fijan automáticamente? Claro que la plani- titución de 1979 sea malo, sino, al contrario, muy
ficación es un instrumento de gestión. Pero, cuan- bueno. Lo que se demuestra en la práctica, pues
do llegamos al máximo nivel, es decir, al plan este régimen económico permitió a gobiernos
nacional de desarrollo, que debe ser aprobado por disímiles, como el del APRA y el de Acción Popu-
ley, buscamos simplemente que se escuche a to- lar, implementar sus respectivas políticas econó-
das las partes. Ésta es una manera de hacerlo. micas sin ningún problema. Hasta Hurtado Miller
y Boloña pudieron hacerlo. Boloña, a lo Atila, a
El señor PRESIDENTE. Puede continuar, lo bárbaro, implementó sus medidas económicas
señor Sandoval Aguirre. sin ninguna limitación constitucional. Esto es im-
portante y tenemos que recalcarlo.
El señor SANDOVAL AGUIRRE (NM-C90).
Señor Pease, lo que usted acaba de describir, me En cambio, ahora, este régimen económico es tan
hace recordar el tan mentado Congreso Econó- marcadamente neoliberal, es tan sectariamente
mico Nacional del Partido Aprista, muy similar neoliberal, que si llegase un gobierno que no com-
en su enunciado. En todo caso, obviamente, no partiera esta filosofía, no podría gobernar, sino
estamos, de ninguna manera, en contra de la derogando este título. De aquí que, en medio de
concertación. Creemos, sin embargo, que las este articulado, la conservación de la frase eco-
concertaciones compulsivas nunca llevan a buen nomía social de mercado es una broma, y hasta
efecto. Creemos sí en el planeamiento. Y, más aún, un saludo, con "cachita", al Partido Popular Cris-
en el planeamiento estratégico llevado a todo tipo tiano.
de instituciones.
Otro aspecto que sorprende del articulado que
Quiero terminar, señor Presidente, diciendo que se nos presenta, es esta especie de horror contra
es muy probable que este proyecto no complazca todo lo que signifique intervención del Estado en
a todos. De hecho, debo decir, inclusive, que si la vida económica de la sociedad. Lo que aquí se
muchos de nosotros, en la mayoría, hubiéramos está olvidando, es que la libertad, si es ilimitada,
tenido la oportunidad de prepararlo en grupos se anula a sí misma. La libertad ilimitada signi-
más pequeños, estaría más cerca seguramente, a fica que un individuo vigoroso puede asaltar a
lo que cada uno de nosotros aspiraría a tener como otro débil y privarlo de su libertad.
una Constitución ideal en lo económico. Sin em-
bargo, debemos reconocer en este proyecto el A mi juicio, estas consideraciones, aplicables a la
aporte importante, según entiendo, de destaca- esfera del campo físico, también son aplicables a
dos miembros de la minoría. Éste, pues, no es un la vida económica. Sobre todo, en un país como
proyecto del cual la mayoría se arrogue la abso- el Perú, donde los económicamente fuertes son
luta paternidad. Creemos que en él han partici- libres de atropellar a los económicamente débi-
pado muchos. Y es por ello que su presentación les y de robarles su libertad. De aquí que exija-
pudiera no ser la ideal; pero sí creo que es la que mos, permanentemente, la intervención regula-
más se acerca al consenso de aquellos que cree- dora del Estado para proteger, fundamentalmente,
mos en una economía social de mercado. a los económicamente débiles. Si esto es acepta-
do, significará que el principio de la no interven-
Y, por eso, señor Presidente, pido a los señores ción en la vida económica de la sociedad debe ser
congresistas que, al momento de emitir su voto, abandonado y reemplazado por la intervención
consideren, muy enfáticamente, la posibilidad de económica reguladora del Estado. Y este interven-
votar positivamente por todos los artículos de cionismo, que aquí en el Perú, ahora, parece mala
estos principios generales. palabra, es exactamente lo que ha ocurrido en el
mundo contemporáneo.
Muchas gracias, señor Presidente.
El liberalismo económico ha dejado de existir en
El señor PRESIDENTE. Tiene la palabra el todo el mundo, para ser reemplazado, en la prác-
señor congresista José Barba. Tiene dos turnos, tica, por diversos sistemas intervencionistas. Y
incluyendo el del señor Donayre, quien le cede el Estado no se ha marchitado y está lejos de pro-
su turno. teger sólo la propiedad y los contratos libres, como
aquí se ha dicho esta mañana. Hay que ser, pues,
El señor BARBA CABALLERO (CD). Se- en mi concepto, muy cínico o muy despistado, para
ñor Presidente: Como usted habrá notado, nues- atreverse a decir que lo que se está buscando con
tra bancada ha crecido en forma peligrosa. Así este régimen económico es modernizar al Perú y
que tiempo es lo que nos sobra. No se preocupe. ponerlo a tono con la economía mundial.
797

