Page 601 - Debate Constitucional 1993 - Tomo I
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Raúl, ¿cómo está usted?". No le decía "Compañe-  Si aquí estuviesen el señor Leguía y Juan Velasco
                  ro Jefe" ni "Jefe Máximo", nada de eso. Lo dejo  Alvarado, creo que coincidirían con este punto
                  para el récord, señor Presidente. Yo no he habla-  de vista. Por supuesto, tampoco acepto aquello
                  do ni he pretendido hablar nunca de tú a Víctor  de que la voz del pueblo es la voz de Dios. Al-
                  Raúl Haya de la Torre. Esa frase que ha citado el  guien dijo, una vez, que aquellos que no tienen
                  señor corresponde a Felipe Sasone, en un home-  poder ni dinero ni aceptación social y, además,
                  naje a Ricardo Palma en 1912, que le dijo: "Ri-  han sido desafortunados en el amor, no encuen-
                  cardo Palma, permite que te hable de tú, como a  tran otro camino ni más expediente que conver-
                  los dioses". De manera que todo está desordena-  tirse en enemigos de lo que jamás tendrán. Si
                  do en la cabeza del señor.                  algo caracteriza este tipo de mentalidad, es un
                                                              sentimiento de frustración, de envidia, de insig-
                  El señor PRESIDENTE.— Puede continuar,      nificancia e incluso de malevolencia activa.
                  señor Barba Caballero.
                                                              Los científicos sociales —entre ellos Maurice
                  El señor BARBA CABALLERO (CD).— Se-         Duverger— que han estudiado este problema, han
                  ñor Presidente: Como esa noche el doctor Enri-  descrito notablemente la antinomia natural en-
                  que Chirinos Soto llegó acompañado y asesorado  tre gobernantes y gobernados. Él dice que gobier-
                  por un tal Johnny Walker, no me extraña que  no y disciplina son inseparables, de allí que la
                  haya perdido noción de lo que dijo esa noche.  sujeción sea un correlato natural.

                  Bueno, pero...                              Y es que un pueblo no se sujeta, es sujetado; no
                                                              se gobierna, lo gobiernan. De ahí que proclamar
                  El señor CHIRINOS SOTO (R).— Yo dejo a      la identidad de gobernantes y gobernados es una
                  consideración de la Asamblea apreciar la "elegan-  mentira que el pueblo no desconoce, aunque la
                  cia" de la respuesta.                       acepte. La acepta porque sabe que es un mal ne-
                                                              cesario. Pero, en el fondo, guarda una actitud ins-
                  El señor BARBA CABALLERO (CD).— Que         tintiva de oposición, y sobre todo de alegría, cuan-
                  quede constancia entonces, señor Presidente.  do un poderoso entre comillas cae o es preso de
                                                              un escándalo. No es pues un misterio, señor, por
                  Yendo al tema específico, en un principio yo es-  qué los programas cómicos de la televisión con
                  taba de acuerdo con incorporar a nuestra Cons-  más éxito que...
                  titución algunos mecanismos de la democracia
                  directa, pero hoy ya no estoy tan seguro, pues  Me cede su tiempo el señor Torres Vallejo.
                  existe la posibilidad, repetida en infinidad de
                  veces en el curso de la historia, de que la figura  No es un misterio por qué éstos programas con
                  del referéndum se preste a manipulaciones polí-  más éxito son los cómicos. Son los que hacen burla
                  ticas.                                      de los hombres de poder, y es que los defectos
                                                              exagerados hasta el ridículo funcionan como una
                  Si los pueblos —y en este punto quisiera que se  válvula de escape, mitigando la impotencia del
                  me disculpe la crudeza— fueran sabios, justos y  que poco o nada puede. ¿Será así —se pregunta
                  tuvieran una cierta cultura abstracta, que es lo  Duverger— como se mitiga la potencia destruc-
                  que se requiere para comprender el funciona-  tiva del hombre? Puede ser, pero es evidente que
                  miento de las instituciones, yo estaría a favor del  hay un aspecto de la naturaleza humana que pro-
                  artículo 26º; lamentablemente, nuestra tradición  cura la derrota mutua.
                  histórica está a favor del caudillo y hoy mismo la
                  mayoría de la población no se interesa ni por la  Las disputas y envidias entre vecinos, la facili-
                  democracia ni por la dictadura, sino por los re-  dad con que se admiten y propagan las calum-
                  sultados. Y aquí, señor, yo estoy muy lejos de creer  nias, la dicha secreta con que se celebra el mal
                  que la voz del pueblo es la contrapartida o la prue-  de un adversario, y toda esa atmósfera de ridícu-
                  ba de la verdad.                            la animosidad por nada, nos demuestran que algo
                                                              no anda bien en el alma del pueblo y que no de-
                  Si algo me ha demostrado el estudio de la histo-  bemos tomar tan en serio su voz, que es también
                  ria de los pueblos es que son en realidad muy  la voz de la malevolencia activa.
                  extraños: cuando están en paz buscan la guerra
                  y cuando están en guerra buscan la paz; cuando  En el capítulo XVIII del evangelio de San Juan
                  están en democracia buscan la dictadura y cuan-  se describe un relato que, sin proponérselo, des-
                  do están en dictadura buscan la democracia. In-  cribe de un modo dramático el relativismo de la
                  cluso, señor, muchos pueblos han vivido besando  democracia. Es en el tiempo de la Pascua, cuan-
                  la mano de sus opresores, la misma mano que  do Jesús, acusado de ser, o titularse, Hijo de Dios
                  después han mordido bajo el grito de libertad.  y Rey de los Judíos, comparece ante Pilatos, que



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