Page 347 - Debate Constitucional 1993 - Tomo I
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versión, y, por supuesto, dándole a plenitud la  talecer a los municipios"; pero no hay fortaleci-
                  función tributaria.                         miento de los municipios sin tres características:
                                                              competencias precisas, asignación de recursos y
                  Recuerden que estas dos funciones son aquellas  una estructura intermedia capaz de compensar
                  con las que nació el Parlamento británico; y es-  el poder de Lima.
                  tas funciones tienen, tanto en el proyecto de
                  mayoría como en la Carta de 1979, una serie de  Por eso, señor Presidente, planteamos competen-
                  cortapisas. Se restituye al Parlamento la capaci-  cias precisas porque tenemos la experiencia en
                  dad de ratificar embajadores, generales y almi-  la cual la parte más débil del Estado tiene que
                  rantes; pero también la perdida capacidad de ra-  agarrarse de la competencia precisa para impe-
                  tificar al Superintendente de Banca y la necesa-  dir que una instancia superior se meta en su te-
                  ria definición del defensor del pueblo.     rreno. Ejemplos hay muchos. Sólo basta recor-
                                                              dar que el tren que se le impuso a Lima, se le
                  Al Presidente se le mantiene en las principales  impuso por ley; ley que, en nuestro concepto, es
                  atribuciones; pero no se le permite la reelección  inconstitucional. Y esto es para señalar que la
                  inmediata ni la capacidad de disolver sin causa  Constitución debe establecer las competencias y
                  objetiva el Parlamento. Sostenemos que, para que  recursos, los cuales tienen que estar previstos,
                  pueda disolverse el Parlamento, se requiere que  porque sino no hay manera de que los munici-
                  éste, por lo menos, haya censurado a dos gabine-  pios gestionen y obtengan del gobierno estos re-
                  tes o a cinco ministros individualmente.    cursos.

                  En ese sentido, precisamos más lo que ya tenía  La Constitución colombiana nos marca un ejem-
                  la Carta de 1979 y proponemos, coincidiendo en  plo a seguir que ya está poniéndose en práctica.
                  este caso con lo que acaba de manifestar el doc-  Hoy día no llegan al tres y medio por ciento del
                  tor Tudela, la renovación por mitades del Parla-  presupuesto general de la República los recursos
                  mento, que creemos que es el camino tanto para  de todos los municipios; se plantea llegar al vein-
                  la solución de los conflictos como para que haya  te en un plazo escalonado, obviamente al mismo
                  en el pueblo una mayor cercanía respecto de su  tiempo que se transfieren las competencias.
                  representación.
                                                              Pero, junto con esto, defendemos, señor, la
                  Hemos apoyado, señor Presidente, la incorpora-  regionalización. Habiendo sido y siendo críticos
                  ción de mecanismos de control que vienen de las  de su burocratización y sus problemas, sabemos
                  nociones de democracia directa, como el referén-  que es necesario que existan grandes regiones
                  dum, el veto popular a las leyes —que es, en este  para compensar el peso proporcional de Lima;
                  caso, una propuesta que añadimos—, la iniciati-  pero estas grandes regiones, señor Presidente,
                  va legislativa, etcétera. Pero hemos señalado con  deben tener un gobierno ligero, no burocrático.
                  toda claridad que se trata de mecanismos que
                  deben funcionar por iniciativa y fuero popular:  Por eso, proponemos los consejos regionales a
                  no se trata de darle más instrumentos al Presi-  imitación de los concejos municipales, con la mis-
                  dente para que se enfrente al Congreso o al Con-  ma tradición organizativa; elegidos por el pue-
                  greso para que se enfrente al Presidente.   blo, pero en menor tamaño, sin que haya consejo
                                                              y asamblea, y con un presidente que ejerza la
                  Por eso, planteamos que, con sólo un porcentaje  función ejecutiva. Por ello, proponemos también,
                  del electorado que pide que se saque a referén-  señor Presidente, que sea posible que se redefinan
                  dum un tema, ello puede darse por aprobado; y  las regiones por voluntad popular sobre la base
                  dejamos abierta de todas maneras la posibilidad  del referéndum, pero que se garanticen las re-
                  de que, en el caso de un gran consenso no menor  giones como instancias intermedias.
                  de dos tercios del Parlamento, se apruebe una
                  consulta y pueda realizarse. Pero ahí estamos  También —y ya no lo desarrollo porque se ha
                  presuponiendo que, con una votación tan califi-  acabado el tiempo— se restablecen los derechos
                  cada, se tiene que realizar una concertación más  sociales que el proyecto de mayoría quita al pue-
                  allá de las eventuales mayorías y minorías. Sos-  blo. Y quiero decir, con toda claridad, que un edi-
                  tenemos que éste es un mejor camino que el que  torial de un diario, al atacarme, incluso con el
                  tiene la Carta de la mayoría, en la cual el desequi-  calificativo de "mentiroso", me ha hecho, en mi
                  librio de poderes lleva necesariamente a la auto-  opinión, un homenaje. Dice que no cambiaremos.
                  cracia.                                     Y yo les digo que la Izquierda no cambiará: nun-
                                                              ca traicionaremos los derechos del pueblo.
                  El segundo rasgo, señor Presidente, es la descen-
                  tralización. Aquí queremos ser claros. Hemos  Los derechos sociales son quizá el único clivaje
                  coincidido siempre con el discurso que dice "for-  del cual se puede agarrar el pueblo para defen-



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