Page 345 - Debate Constitucional 1993 - Tomo I
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nes que tenemos la obligación de producir no debe  donde se produce la fusión o la unión de dos ele-
                  caer en el análisis circunstancial. Esto es, en pri-  mentos esenciales: la doctrina constitucional, que
                  mer lugar, no debe ser demagógico, no debemos  no es peruana sino universal, y la psicología na-
                  tratar de hacer pasar un texto constitucional en  cional y la cultura nacional, que sí son peruanas
                  nombre de la peruanidad, en nombre del nacio-  y nacionales.
                  nalismo, en nombre de la superioridad ideológi-
                  ca o de lo que fuese.                       Y, entonces, toda el arte que nosotros tenemos
                                                              que desplegar en esta circunstancia consiste en
                  Yo me confieso nacionalista, pero no de un nacio-  la fusión de esta herencia universal con nuestra
                  nalismo mezquino que niega méritos, que niega  psicología nacional. No inventemos instituciones
                  valores y que niega identidad a las instituciones  simplemente porque nos parecen más democrá-
                  de otros pueblos.                           ticas en la teoría o para que haya instituciones
                                                              nuevas que justifiquen el nuevo texto constitu-
                  El derecho constitucional no ha sido inventado  cional. Pensemos bien lo que estamos haciendo.
                  en el Perú. A partir del Siglo XVI recibimos una
                  herencia universal, que no era española. Esa he-  En tercer lugar, no debemos pasar por alto la
                  rencia universal era el arte, las matemáticas, la  experiencia histórica, y en eso tampoco debemos
                  filosofía, la teología, el pensamiento político y el  afirmar que estamos inventando la pólvora. La
                  derecho, que tampoco había sido inventado por  experiencia histórica nos prende por lo menos una
                  los españoles; había sido inventado por la civili-  luz roja frente a la unicameralidad. Yo sé que la
                  zación de occidente, que ha terminado, por el  mayoría y algunos sectores de la minoría están
                  destino y la historia, siendo la civilización glo-  comprometidos con el modelo unicameral. La
                  bal, nos guste o no nos guste, y el mundo entero,  unicameralidad o la bicameralidad no es un asun-
                  tratando de preservar sus culturas, poco a poco  to moral; es un asunto de experiencia, es un asun-
                  ha ido adaptándose a esta estructura.       to de observación realista de las instituciones
                                                              nacionales. Yo creo que allí aún podemos hacer
                  En segundo lugar, la Constitución que hagamos,  reflexiones importantes que nos permitan dise-
                  así como no debe ser circunstancial, no debe es-  ñar las instituciones esenciales para nuestro país.
                  tar centrada en la defensa de un texto constitu-
                  cional situado en el pasado, que es el texto Cons-  En segundo lugar, la lucha contra el centralismo
                  titucional de 1979; pero tampoco debe estar cen-  es otro elemento central de nuestra experiencia
                  trada en la justificación de las necesidades polí-  histórica y de nuestra experiencia legal. Seamos
                  ticas del régimen actual.                   prudentes, no tiremos todo por la borda.

                  Tenemos la obligación de producir un marco mí-  El anteproyecto de la Comisión de Constitución
                  nimo que no esté dominado por ambiciones o  no es un dogma de fe; esto es, no es el documento
                  deseos circunstanciales, ya sea el de defender el  final que tiene que ser votado con un sí o con un
                  orden constitucional que quedó atrás a partir de  no. Es por eso que estamos acá. Hemos venido a
                  abril de 1992, o aquel que justifica determinadas  discutir este documento de trabajo que la Comi-
                  circunstancias, de momento y de tiempo, respec-  sión de Constitución pone frente a nosotros. Y
                  to al poder político actual.                este documento de trabajo, con todos los defec-
                                                              tos que pueda tener, tiene, a diferencia de todos
                  En segundo lugar, debe ser moderada. Nosotros  los otros proyectos constitucionales que han sido
                  nos lanzamos a crear instituciones. Tenemos que  presentados por instituciones y por personas
                  reflexionar, tenemos que tener en cuenta la psi-  hasta el día de hoy, un elemento que no puede
                  cología nacional para poder implementar de ma-  ser pasado por alto: refleja cierto consenso en la
                  nera realista instituciones —como son, por ejem-  Comisión de Constitución.
                  plo, el referéndum y la revocación de mandatos—,
                  porque si no están bien reguladas, si son unos  En ese sentido, ese consenso representa lo que
                  trompetazos idealistas, lo único que vamos a con-  nosotros pensamos hoy en día sobre cómo deben
                  seguir es entregar unos artículos magníficos para  ser las instituciones, y debemos ser lo suficiente-
                  el uso o el mejor uso que los demagogos van a  mente lúcidos para poder moldear ese consenso
                  hacer de ellos. Y la acción de los demagogos en el  dentro de la psicología nacional y dentro de la
                  futuro va a ser, concretamente, la de convocar  herencia universal que es no sólo el derecho cons-
                  infinidad de referendos, o pretender convocar-  titucional, sino el derecho en sí mismo.
                  los, y hacer todo lo posible por revocar el mayor
                  número de mandatos de las autoridades.      En ese sentido, no debemos dejarnos arrastrar
                                                              por las dos posiciones que imperan en este mo-
                  Por eso, tenemos que ser moderados y tener en  mento: o defensa cerrada de la Constitución de
                  cuenta la psicología del pueblo peruano. Es allí  1979, con una serie de recriminaciones, muchas



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