Page 451 - Debate Constitucional 1978 - Tomo I
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                cuando  unás veés  los ñ.ésrós,  orras ta  o  indi.ecranentc,  si  podemos  ¡oso.
              veces  {os  lrabajádo¡es  del  &ctór  sá    i¡os fatar  d¿ e¡cru?¡¡. Entre las caüsa,
                               los nineros r  cáda dia    les  exiemás  hay alcxnas  quc  han si¿ó
                                                                                                !.
                                                          ne¡cio.ádas. Por ejemlrlo,  Ias durGim$
              con s!  clamor a esla  Ásambtea,  a lees    co¡diciones  del endeudanicnto  qiemo
              fisicrnmre,  a  locos  md¡os en ta  ptaza   que  ¿l mnndo ri.o  inpo¡e  ál mundo po
              Borirar, nó nos e*án  pidi¡¡{to una nue-    br€.  Yo c.eo  qu¿  no podenos  .aq  ft  ta
              v¡  co¡slitución, nos es!án  ddiendo  qúc   thsitu  de pcnsa. que  eslos pan¿s p.;
              rcs úsolvaños  tos   Frobtenas  del enc¡    bros, los  que  ¡o.man  el  TeEer  Mundo,
              ¡€cinienro consrante de Ios  a.ticulos !    lós  dos rer.eras      de !a humánidad,
              seruicios d3   rine.a   ne.csidád,  que tes                 Fri¿s
              rcsohrnos  los    Foblen3s  ¡el  r.abaja.   ¡¡nsan posibili&dcs reales de sureir :
                                                          bas. soran.nto de s!  proda  capa.idtrd
              iador  dctp.dido, qne  les  rcs.lvanas ¿t
              lmblema   dc la insuticiencia.rcci:nrc  de  sr  lo conl¡a.io es inao.  P!ro  icncnos
              sueldos  y  salarios.  Eso es lo qüe  nos €s
                                                                               t¡s  .ondicio¡es cn
              tán pidiendo, (y  no ¡os to efán   lii¿ien.  que d  mündo ¡ico  alcmzá cse capit¡l
              do  pór  d¿nasosir, sino  F¡'tne   si¿n.en  't!c los paises pobr¿s.o  tiencn,  so¡ con
              e¡  sn propio er¿mágo et inr)acro de ta
                                                         diciones que los don¡En;  y c¡  esro  m
              snnació¡)   r,   no  d€bemos s¿.  sordos  a
              cr.  ckmor  ¡ealnenr.  nacional.   ¿Podc   dica una d.las  causales dc I.  c.isis, no
              nos  dedicat¡os al lrabajo, qndentenc¡.    solam.n!¿ en  ct  Peú  sino e.  rodó el
                                                         nundo. o¡rá dc lás cáusas exiefnas, quc
                                   de ha.é¡ una ¡üeva
                                                         no dep¿nde de ¡osorros  modifica., es la
              co¡siiruci¿n,  pero  €n I! €siFtósfe.a,  sin                                   "¡rr
              pone.ros pics  ¿n cl   elo?  No, senorp.e  absol!¡a defici¿ncia dc la ll¡nad¡
                                                         d:"  .rrcma  ¡  los p:ises  dcl T.rce. Mur
              side¡ie,  yo d.o  qu.  ta Asanblca  Con*i
              rryen&  d¿fraüdária  al  pue¡to d.t   p¿.j,  do. To¿os  cicfamenie  sabemos que en
              si cn Ia sesió. dc esr¡ ¡oche acuc.da  un  la reunión de la  Cont¿r.ncia de las Nn.
                                                         .iones Unidas  para el ConcEio y el De
              articulo 3e, en el cual ¡o  se tc   sannti
              ce quc laftos  a hacor  un ¿sfue¿o  serio,  sarollo,  so$enida o  Sántiaso d¿ Chi.
              todo en canjunto,  pará ler  e¡  qué ror   le cn el año 1970,  el mundo eni¿ro  con-
                                a  solücio.ar  reatnen   vino en que los  pais¿s  indurrializados
                                 de ta crisis, y  si  l€  dcbcrJ:n  ürer  ur   LnnsfeÉnciá  &  ca-
              d.ciú.s  que sinpl¿menr¿  nos ranos  r     pitales  al  mún¡o  pob¡c cqüiv.lentc al
              oclpar dc darlc una nueva condiiución      lqi  de su produdó  ¡.cional  bruior que
              y  las Lcycs quu  renem  jeDrqui¡  coN     cs co!¡o decif qne de cada chn  dóla¡es
              ritücioDalr cso no l¿ inte.esa ai   Dueblo  qu¿  el nundo rico  prcduce,  deb¿úa trnr
              del Per'l. krc  lúy  tódavia una secunda fe.i.  al  nü.do  póbrc ¡  l2o  paises  del
              ¡ti¡sencir;   ¿ofrc.c¡  cro  és denásósico, mndo   fobrc,   u  dólaf. No .ra  mncno
              r¿almente ¡o  podenos hacer ¡adá  pará     ledirj   y, sin emba.go, sabeños  qlc.udn-
              comenzár  a solucionar los p.oblenas de    do, 5 ó ó años ¿espnés, se rcanúda  cn
                                                                                            'DiálG
              la crkis,  aqui,  a nivcl de Coniirnyenie? Park  el ercuentro denoúindo
                                  PEsid¿n!¿, reco¡da.    so  No.ie Sur",
              a e*c  trsp.cio  cuál Ia  sido  y silu¿ sicn- que no  se iá  cun¡li¿o  con esa neta,
              do  hsna  Ia tuc}a nusrra  p¡o¡ia  pos;    lue   el  ñln¿o  fico transfie.! capitales
              .ión  .especto de la c.isis.  Nosolros h¿. .qlilal.ntcs  r  o.7% del PNBj y  ranpo
              hos  sarenido  y  següinos $renicndó       .o  sc erá  cunptiendo.  E*d  daro, señor
              qrc  lá c.isis qüe aclDdmcnic p.d.cc ol    t¡esidenrc,  ¡o   lfoüene
             PDñ ¡¿conoce dos  g.upos  dc.ausas,  lnas   cáni7mión   de  agitadores, siro  qne ri¿
             c¡t.rn.s  que no efán  bajo nu6ro  coh      nen sü b$e  ú  los infomes  prssenrados
              kol,  qu3  po¡  muy buena volünid  quc     p¡.  el  Cancillef Helñuih  Schmidt al
             tencanós ¡o  podcños r¿solv¿r,  y  orns     p.ópio  Parlám¿nto Alcúá¡,  qúe  de.
             iniemas ¡tüe por  lo  tanro, roral o  par   nucúan  quc,  elcctivan.n.c,  .on la sola
             cialmenie, de una nan¿ra u  otr:,  direc    exepción ¿c los Pafscs Bajos, d. Norud
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