Page 214 - Vida y Obra de Toribio Rodriguez de Mendoza - Vol-1
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Volumen  1
                                                      Visita del Real Convictorio de San Carlos en 1815
            a hacerlo en lo subcesivo, en quanto pueda adquirir que sea conveniente a
            su reforma y explendor. Lima y Agosto diez y seis de mil ochocientos diez y
            seis.— Gaspar Antonio de Osma.


                    [Al margen: Oficio] Excelentísimo Señor. Embuelto el Real Convicto-
            rio de San Carlos en los funestos estragos, y calamidades de la Monarquía, y
            agotados todos los recursos que han estado a muy limitados y débiles alcan-
            ces, solo tiene una existencia precaria debida a la forsosa tolerancia de ciertos
            desórdenes que han diferido de algún modo su entera aniquilación: con la
            integridad de su dotación, y quando los contribuyentes llegaban al número
            de ciento veinte poco más o menos, tenía de ingreso annual desde quince a
            diez y nueve mil pesos; pero este Cuerpo que se hizo casi el único [al margen:
            las luces] centro de las luces, que a sus progresos se ha debido la. mexora del
            gusto, e ideas, en los diferentes ramos de las ciencias filosóficas, y eclesiásticas;
            el establecimiento del estudio de las Matemáticas, y que por consiguiente ha
            proveído al estado, y a la Iglesia de sugetos ilustrados, solo tuvo de ingreso el
            año próximo pasado la reducida cantidad de dos mil quinientos pesos, siendo
            los quinientos de una restitución que se hizo al colegio. [Al margen: la renun-
            cia] Una situación tan deplorable me obligó a acercarme el once de Febrero de
            dicho año al Excelentísimo Señor Abascal predecesor de Vuexcelencia, y su-
            plicarle dispusiese del Convictorio, porque ya no podía yo conducirlo por más
            tiempo. Si entonces no sugiero a Su Excelencia la suspensión de lo embargado
            en Caxas Reales, y Real Aduana, la venta del último resto de la plata labrada
            sobrante, y la suspensión de la provición de las tres Cátedras propias del Co-
            legio, para con sus rentas, y aunque disminuidas, señalar un corto honorario
            a los Vice-Rectores interinos, tal vez se lleva adelante la primera resolución
            de cerrar las puertas del Colegio, con escándalo, y universal sentimiento. Con
            todo el mal está en pié. Esta lamentable decadencia provino de la suspensión
            de los Tributos, Ramo en que están situadas las cinco Encomiendas que goza
            el Convictorio, que importaban al año cerca de seis mil pesos. Por eso con
            algunos rezagos en Truxillo, Cuzco, Oruro, y mucho perdido en la Paz, son
            más de treinta mil pesos que ha tenido de menos en estos cinco años corri-
            dos. Los sueldos que salían de las Encomiendas cesaron por consiguiente: las
            dependencias que indispensablemente contraen las Comunidades porque los
            abastos son diarios, y los ingresos lentos, y muchos de ellos en grandes distan-
            cias de tiempo, no pudieron satisfacerse, antes bien se contrageron otros, y al



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