Page 196 - Vida y Obra de Toribio Rodriguez de Mendoza - Vol-1
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Volumen 1
Visita del Real Convictorio de San Carlos en 1815
qué no se ha de estudiar fundamentalmente la religión? ¿Y qué razón hay para
ignorar la Geografía e Historia del suelo que pisamos? ¿Y por qué no hemos
de entrar, y andar en el inmenso, y delicioso campo de nuestra historia natural
tampoco, o nada conocida? ¡Cuántas ventajas las que producen las matemá-
ticas aplicadas a las Artes, y oficios! ¡En fin que deleite, que utilidades las que
da el estudio de una buena física! Pues todo esto ignoramos con mengua, y
abatimiento nuestro: todo esto se echa menos en la Instrucción nacional. Que
español hay verdadero amante de sí mismo, y de su Patria que leyendo la his-
toria de los progresos del entendimiento humano, no se averguense que en la
inmensa comitiva de sabios apenas divisa, uno u otro español ocupando un
lugar subalterno en este género de conocimientos! Estos vacíos intentó llenar
de algún modo el Colegio de Vergara.— Contemplando yo con Dolor por el
espacio de más de treinta años este tan desapacible aspecto de nuestra crianza
al fin viniendo las barreras de la común preocupación, y sin más temor de sus
tiros hice abrir a mediados del año anterior un curso de estudios que abrazase
todos estos puntos para niños que no se dedican, ni al foro, ni al Altar, ni a
disputar en la Universidades. No ha faltado contradicción a este ensayo, y me
desmembraron a dos; pero siguen constantes cuatro jóvenes que en breve se
presentarán al Público. Para este estudio no es necesario el idioma latino, y
los que quisieren lo aprenderán después ya lleno de ideas, y en mucho menos
tiempo, y con más perfección.— La negligencia más dolorosa en nuestras es-
cuelas de primeras letras, el descuido de los Padres de familia, y de aquellos a
cuyo cargo está la instrucción cristiana de la Juventud, en una palabra la casi
total falta de conocimientos de la Santa Religión Cristiana que profesamos, me
obligaron imperiosamente a establecer desde el principio de mi Rectorado su
estudio en todos los días festivos del año con conferencias regladas de modo
que los diez, y más años que se detienen en el Colegio los jóvenes adquieren
estos un curso completo del estudio de lo que tanto nos conviene. Han llovido
bendiciones del Cielo sobre este establecimiento, dando repetidos testimonios
de sus felices resultados los Colegiales Párrocos, que se adiestraron con estos
ejercicios para ministrar con gusto, facilidad y magisterio la Palabra de Dios.
Este estudio se hace por el Catecismo del Docto, y piadoso Peuget.— Siendo mi
primera y principal atención la Teología ha sido también mi principal cuida-
do su estudio en este colegio. Infatigable en inclinar a los jóvenes, cuyo mayor
número se destina a la Iglesia a que se apliquen a unos conocimientos q’ cada
día se estiman menos al paso que son los más necesarios en el desempeño del
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