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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
Vida y obra de Toribio Rodríguez de Mendoza
prolegómenos del Derecho en general, que contengan la noticia de todos los
Derechos, y Leyes, y los elementos del derecho natural y de Gentes de Heine-
cio, este estudio debe ser de un año. En el primero la Historia del Derecho
humano sacado de Manuel juris de Jacobo Gotofredo, y las Instituciones de
Justiniano con las Notas de Heinecio en sus elementos, según el orden de las
Instituciones. En el segundo año se dictará el Tratado o Síntoma de las Anti-
güedades Romanas de Heinecio, y la serie, o disposición de todos los títulos de
las Pandestas que se hallan en el Tesoro de dicho Gotofredo. En el tercero las
Instituciones Canónicas de Canisio con las reglas de este derecho comentadas
por el mismo. En el cuarto la Historia del Derecho Español con una noción de
las Indias, y unas Instituciones criminales.— Para la Teología se señalaron los
siguientes Libros cuyo estudio debe concluirse en cinco años. La Teología del
padre Gallo Cartieri, las Instituciones Bíblicas de Duchamel, el tratado de
Opere Sex diezmos de Tourneu y el Compendio de este mismo autor para los
Sacramentos.— Ese Plan de Estudios se recibió con desagrado, y aún con de-
testación, porque se creía que separarse de las ideas escolásticas, sean filosófi-
cas, sean teológicas, era ignorar lo que únicamente debía saberse, y esta igno-
rancia podía traer graves perjuicios a la Religión.— Los más opuestos a
semejante reforma fueron aquellos que adoran sus respectivos corifeos en cu-
yas palabras han jurado, y por eso han impedido entre nosotros, y retardado
en otros países la mejora de los Estudios. Pero el Real Convictorio observó el
Plan casi en todas sus partes.— Los primeros Maestros que no toman más
razones filosóficas que las ministraban los farragos escolásticos, ignorante por
consiguiente del idioma, y de los Sistemas diferentes que rogaban con aplau-
sos por el Mundo oculto; pero llenos de un delicado pundonor, estimulados
con la decidida protección del Excelentísimo Señor Amat, enseñaron a sus
Discípulos lo que ellos mismos estudiaban en el día, venciendo en cada mo-
mento dificultades que parecían imposibles. El que menos sabía de Matemáti-
cas no pasaba de las primeras reglas aritméticas de sumar, restar y multiplicar, y
hubo alguno que no sabía ni la Tabla. El reconocimiento exige que lo que menos se
recuerden los nombres de las más principales que heroicamente abrieron camino
para entrar en países desconocidos, tales fueron el Doctor don Joaquín Vicuña, el
señor doctor don José Silva hoy electo Obispo de Huamanga, y los doctores don
Vicente Morales y don Mariano Rivero, quienes condujeron sus abuelos con suma
gloria suya y aprovechamiento de sus discípulos, causando con las públicas pruebas
que presentaron un regocijo universal acompañado de admiración por el rígido
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