Page 144 - Vida y Obra de Toribio Rodriguez de Mendoza - Vol-1
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Volumen 1
Debate sobre la devoción del Corazón María Santísima
se espera, y se procede á celebrar una festividad solemne, y ocupando una
dominica? La antigüedad respetaba mucho las dominicas, porque eran consa-
gradas exclusivamente al ser supremo; y un sabio teologo en sus observaciones
sobre el breviario reformado por los PP. cluniacenses, quienes habiendo intro-
ducido algunos santos nuevos, y no teniendo dias desocupados para colocar
sus oficios, escogieron algunas dominicas menores, con este motivo les dice:
que en cierto modo habían apartado la divinidad de su trono para colocar en
él á un santo; y si estos PP. fueron reprehensibles porque por autoridad propia
hiciéron estas innovaciones, no puedo yo mirar con indiferencia lo que se ha
practicado en virtud de los estatutos del colegio.
Aunque debamos obedecer con humildad y veneración las disposi-
ciones del romano pontífice en orden á ricos, ceremonias, oficios y misas de
nuevas invocaciones etc. no por eso han creído los sabios guardar total silen-
cio, quando han encontrado cosas que notar; porque todas las bulas relativas á
estas materias, no son decisiones doctrinales y muchas de ellas ademas de las
que suelen alcanzar por obrepcion y subrepción, y otras apócrifas, son arran-
cadas por una piadosa importunidad, y por otros medios no desconocidos en
las oficinas subalternas.
Porque estas observaciones no escandalicen, pondré á la vista algunos
exemplos. El breviario romano de que hacen uso los eclesiásticos en toda la
extensión de la monarquía española se dió á luz pública con la autoridad de S.
Pío V y reconocido por la de Clemente VIII y Urbano VIII: sin embargo ¿está
el breviario libre de defectos, y bastante graves? No por cierto. Al principio de
los breviarios se pone la oracion sacro sanctae etc. para que según el indulto de
León X se perdonen los defectos y culpas cometidas por fragilidad humana.
No obstante, hombres zelosos encuentran en esta oracion varias cosas dignas
de nota. Primera: son invitadas todas las criaturas sin distinción á dar alaban-
za, honor, virtud y gloria á la humanidad de Jesucristo, á la santa Virgen, á
todos los santos, como á la sacrosanta individua Trinidad, sin hacer diferencia
de los cultos de latría, hyperdulía y dulía. La cláusula es una sola, y por con-
siguiente todo se iguala. Aquí añadiré la segunda observación: con motivo de
la heregía de Nestorio enseñaron unánimemente los santos PP. que nunca en
nuestras adoraciones á Jesucristo se separase mentalmente la humanidad de
la divinidad, sino que todo se dirigiese al supuesto Cristo; y en esta oracion
está separada la humanidad de la divinidad. Tercera: con poco que se fixe la
atención, se advertirá que se ha puesto en paralelo la santísima Trinidad con
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