Page 594 - La Rebelión de Huánuco. Vol 4
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Volumen  4
                                                Expediente sobre la indemnización por los bienes perdidos
            concideran estos indispensables, que previamente, y por el mismo Tribunal
            cuyo fallo ha producido esa divercidad de opiniones, se declare con expreso
            pronunciamiento la verdadera inteligencia que debe tenerse, y que segun el
            juicio de los referidos mis partes ha sido, y debe ser el firme apoyo de lo re-
            presentado, y pedido, Por que en lo revistado despues de declararse el yndulto
            á favor de unos, y de imponerse las debidas penas á los que no se jusgaron
            por sus delitos, y cooperacion merecedores de esa gracia, como sucedio con
            muchos de los Alcaldes de los Pueblos ynsurgentes, se mandó que el Señor
            Yntendente continuase las diligencias para la restitución de las cosas robadas
            á sus legítimos dueños, indemnizandose por los Pueblos que concurrieron,
            las que no hayan podido recojerse, vajo de cuya limitacion se entendiese el
            yndulto concedido.
                    Por esta resolucion revistada se reconoce una declaración positiva, y
            en esa forma de quedar condenados, y sujetos los Pueblos á la indemnizacion,
            de manera que sin necesidad de especificarse, y probarse en particular los
            yndividuos, que hubiesen saqueado, y lo que saquearon, todo el Pueblo resul-
            taba condenado á la indemnizadon en el mismo hecho de constar su concurso
            á la Ynsurreccion, y demas consequencias, que de ella provinieron; por que
            el Real Acuerdo sin duda tubo presente en el hecho la suma dificultad que
            habria para que los miserables fieles vasallos, que sufrieron el daño pudie-
            sen calificar en particular, y con la misma especificacion que si hubiese sido
            hecho un daño por tres, ó quatro personas que fuesen vistas, quando por no
            ser victimas de su furor, y conservan la fidelidad á su amable Monarca, todo
            lo abandonaron poniendose en fuga para salvar sus vidas, y dexandolo todo
            á la discrecion, y desenfreno de los ynsurgentes. No haviendo estado pues
            en Huánuco estos infelices dueños, ni precenciado el saqueo, que se hacia en
            sus bienes, ¿como podian verlo, y saber quienes eran los que los perpetravan
            en particular, quando acaso los mismos factores no podrian discernirlo por
            hacerlo en confusion, en desorden, en multitud, en griteria, y en algasara, y
            en una palabra, en lo que es una insurreccion, y levantamiento, no solo para
            substraerse de la potestad soberana, sino para acabar con los bienes, y con
            las vidas de esos mismos propietarios que salieron huyendo de la decidida
            resolucion de matarlos, y del gran odio, y rencor que criaron entonces en sus
            infames corazones? No podia el Real Acuerdo abandonar á esos fieles vasallos
            que se havian arruinado por el sacrificio que hicieron de sus propiedades en
            obsequio de su amor, y lealtad, y obligarlos á entrar en juicios particulares,



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