Page 512 - Vida y Obra de José Baquijano y Carrillo - Vol-1
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Volumen 1
Dictamen de José Baquíjano sobre la revolución hispanoamericana
relevo confiesa con sinceridad, y rehúsa ruborizado esa distinción por la false-
dad del motivo en que se fundaba, y que sin embargo se le obliga a aceptar?
¿No se ha visto al honrado virrey americano conde de Revillagigedo
sujetarle a la residencia más estrecha y rigurosa, al mismo tiempo que al me-
morable extranjero marqués de Branchiforti se le dispensaba de ella «por estar
el rey muy satisfecho de su integridad, desinterés y buenos servicios»? ¿No se
manifiesta el abandono y descuido con que se tratan los asuntos de Indias,
en el contenido de la ley 41, libro 2°, título 1°, reducido a que siempre que se
informa desde aquellos dominios se acompaña copia auténtica de cédula y or-
denanza que trate de la materia, pues o la confusión con que se cita o el faltar
algunos libros antiguos dilata los expedientes?
Hoy mismo que el paternal amor del rey ha descubierto los tiernos sen-
timientos de su corazón para sus sumisos vasallos de América, ya en el decreto
general de abolición de las Cortes, ya en la benéfica, atrayente y encantadora
proclama que acaba de dirigirse a esos dominios; como si se intentase emba-
razar los buenos efectos que son de esperar para la reunión y tranquilidad, en
el corto número de periódicos que han sobrevivido a la desaparición de tantos
otros, se estampa como copia de una carta que debe creerse supuesta «que en
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vez de indultos para unos rebeldes contumaces se deben mandar millares de
bayonetas que estableciendo un gobierno puramente militar en todo el reino,
lo sujeté a la equidad y justicia»; el del siguiente día continúa elogiando la con-
ducta del general Cruz, que no quiere aceptar partido sino que se entreguen a
discreción: aplaudiendo el que en algunos días ha hecho amanecer en la plaza
veinte ajusticiados.
Semejantes papeles son perjudicialísimos, aumentan el mal y atizan
la discordia, se trasmiten a las Américas, y el contraste que forman entre esos
rasgos de encono, y las puras rectas intenciones de su majestad si no pueden
conmover la constante inalterable fidelidad de la gente instruida e ilustrada,
en el espíritu de la plebe grosera e ignorante sellan impresiones que es difícil
enteramente borrar.
Aun ese medio de afirmar la fidelidad por el convencimiento y per-
suasión se ha querido interceptar en las Américas, para conservar en ellas el
tenebroso imperio de la oscuridad y las tinieblas; Caracas nunca pudo conse-
guir se permitiese el estudio de las matemáticas, en sus puertos de la Guayra
y Puerto-Cabello, en el Nuevo Reino de Granada se prohibió el de la química,
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28. Procurador General de 26 y 27 del presente mayo.
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