Page 680 - La Rebelión de Túpac Amaru II - Vol-6
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Volumen 6
                                                         Causas criminales seguidas contra los rebeldes
            prisionero, coacto y forzado contra su propia voluntad. Lo referido es público
            y notorio y se justificará plenamente dentro del término de prueba. Y siendo
            constante en derecho que la coacción, fuerza y miedo grave, que caen en varón
            constante escusan en mucho de la culpa, es claro que el cargo del Solicitador
            Fiscal es injusto.


                    Igualmente le hace, de que era uno de los de su mayor confianza y que
            como a tal lo puso de Justicia Mayor en el /.25v pueblo de Sicuani, de donde le
            remitía la gente, cuando se la pedía, para las expediciones y que lo acompañó
            en las que hizo a Sangarará, Piccho y Pucacasa en calidad de Coronel, de las
            tropas de Lampa. Molina ha respondido, en su confesión de fojas no haber
            sido del número de aquellos, de quienes el rebelde tenía la mayor confianza,
            como los testigos suponen, que si andaba suelto, comía en la mesa del rebelde
            y repartía algunas veces el sueldo a los indios. Lo primero, fue por indulgencia
            que le hizo el rebelde, sin especial mérito suyo, pero sin concederle por esto
            total libertad, pues siempre estaba en calidad de preso, sin poder ir a parte
            alguna. Lo segundo, porque el rebelde le llamaba algunas veces a su mesa y no
            podía resistirse por no incurrir en su enojo y por consiguiente en una fatali-
            dad y también porque no tenía que comer. Y lo tercero, por el mismo motivo,
            de que no le tuviese entre ojos por no comedirse, como lo hacían todos al
            repartir el sueldo. Todo lo que es igualmente cierto y se probará a su tiempo.
            Con que está satisfecho el capítulo de la confianza .

                    Del mismo modo tiene respondido, que ni aceptó el título de Justicia
            Mayor de Sicuani, que el rebelde le dió de palabra, ni allí administró justicia,
            porque lo que pasó fue, que yendo a Paucartambo el rebelde expresó en la
            mesa, tenía malo su caballo y por escusar el acompañarlo le ofreció el suyo, a
            lo que le contestó el rebelde que sino iba con él y le respondió haría lo que le
            mandase, con cuyo motivo le ordenó el rebelde, fuese a Sicuani a administrar
            justicia, lo que ejecutó en cuanto a la primera parte; pero en ninguna manera
            en cuanto a la segunda y habiendo recibido una esquela /.26 de la mujer del
            rebelde, en que le decía, que si quería libertar la vida, se fuese a Tinta (la cual
            tiene presentada al Señor Visitador) inmediatamente se fue para Tinta, lo que
            igualmnte es público y notorio. En ello no se encuentra delito, pues el haber
            ofrecido el caballo al rebelde fue, por el justo motivo de que le escusara el
            acompañarle a Paucartambo; el haberle respondido haría lo que le mandase,



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