Page 512 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 5
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Volumen 5
                                                           La defensa del obispo Moscoso: Cargo 14º
            personas timoratas que solo con este auxilio se abstienen de carnes con me-
            nos facultades de las que gozan tal vez los contrarios opinadores cuia livertad
            contendremos siempre que por nuestro Promotor Fiscal se nos denunciaren y
            quando con individuacion de personas sepamos la contumacia de alguno de
            estas infracciones que aun deven mirarse como puntos que tocan en causas de
            fe, pues manifiestamente se den en desprecio de los preceptos de la Yglesia y
            hacen sospechar que algun principio de la Religion anda corrompido en se-
            mejantes sugetos. Ni olvidaremos la poca moralidad de otros que reputando
            por dolencia aquella tal qual devilidad que experimenta el cuerpo acostum-
            brado a la carne y diversas refecciones se juzgan esentos del ayuno sobre que
            encargamos la conciencia a los medicos que fueren consultados y a los baletu-
            dinarios imaginados abisamos que esta maceracion no puede precindir de los
            fines que al mandarla se propuso la Yglesia. Y por que tambien ha llegado a
            nuestra noticia que los militares de esta Diocesi han usado de privilegios que
            no se estienden a ellos para comer carne en dias de abstinencia, les hacemos
            saver que el Eminentissimo Señor Cardenal, Patriarca de Yndias y Comisario
            General de los Exercitos Mar y Tierra ha declarado que los breves que privile-
            gian a los militares en orden al ayuno solo comprende a los que ganan sueldo
            del rey en tropas vivas por las precisas fatigas que padecen a favor de la causa
            publica y que todas las milicias provinciales asi de los Reynos de España como
            el de Mexico y Perú quedan excluidas del yndulto y sujetas a guardar la forma
            del ayuno asi en la unica comida como en la abstinencia de carnes y obliga-
            ción de no mezclarlas con pexes quando por otras causas legitimas las usen,
            segun mas largamente consta del edicto que mandó publicar su eminencia en
            el real sitio del Pardo a tres de febrero del año de setecientos setenta y nueve
            el que se nos ha remitido por el ministro para su respectiva publicacion. En
            cuia inteligencia y cumpliendo las obligaciones de nuestra pastoral vigilancia
            mandamos y exortamos a todos los fieles de ambos sexsos de esta nuestra ca-
            pital y Diocesi que proponiendo los dictamenes mal fundados que ha sujerido
            el comun enemigo se dispongan para celebrar dignamente los misterios de
            nuestra redemcion cumpliendo como deven el precepto del ayuno quadrage-
            nario que hemos empezado y haciendo por este medio unos frutos dignos de
            penitencia para que todos sean salvos en el dia de ira del Señor; y entre tanto
            los sacerdotes ministros de Dios deveran llorar entre el vestibulo y el altar,
            pidiendo con el profeta Joel a su divina magestad perdone a este pueblo que
            ha recomendado a nuestros deviles hombres a fin de que ministrandole los



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