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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
con que se ha declarado la proteccion divina a favor de los hombres, asi justos
como delinquentes se advertirá que las mas veces han seguido estas gracias
a las oraciones acompañadas de ayunos. Quando la nacion hebrea viendo-
se oprimida con el peso de la indignacion divina que se dexaha sentir ya en
guerras ya en captiverios, epidemias y otras calamidades, pensava seriamente
en reconciliarse con Dios no era por otro medio que el de ayunos, cilicios y
aspersiones de polvo. Eran comun en la sinanoga y asambleas del Estado las
indicciones de un ayuno general, sobre que las actas canonicas del Antiguo
Testamento mistran exemplares cuia imitacion en la hera cristiana fue de ma-
yor austeridad en los tiempos primeros. Nadie ignora que la unica refeccion
en los ayunos quadragesimales se hizo meridiana solo en el siglo catorce por
que hasta el doce se diferia hasta las seis de la tarde en que se contaban tres
horas mas despues de la nona a la qual se retrajo en el trece. Y es igualmente
cierto que no se conoceria entonces la colacion vespertina como la ha intro-
ducido, no sabemos si la devililad de la naturaleza decadente o la remision
del fervor primitivo pero sea lo que fuere de este uso que ya es permitido
segun la disciplina presente y con el temperamento de calidad y cantidad que
prescriben las costumbres racionales y autores de piedad y doctrina. Es dig-
no de dolor el abandono en que se halla un precepto tan respetable como el
del ayuno pues haun habiendo mitigado la yglesia por un efecto de condes-
cendencia a nuestra flaqueza, no se cumple por la inobservancia de aquellos
que llevados de la gula se han formado una excepcion de le regla general sin
usar de las precauciones que estan mandadas, para que los superiores puedan
dispensar y los confesores dirigir a los penitentes justificadas las causas en
conciencia añadiendose a esta corruptela para mayor escandalo la osadia de
algunos relajados, que parece quieren hacer alarde de su poca piedad, des-
preciando en publico el delecto de viandas pues segun ha llegado a nuestra
noticia comen en la Quaresma y otros dias de abstinencia carnes en sana salud
sin otro motivo que el de su antojo, escusando alguna vez su destemplanza
con el falso pretexto de no haver en esta ciudad el abasto necesario para las
comidas quadragesimales, como si no fuese notoria la copia de comestibles
que abundan mas en este lugar que en otros en que se guarda con todo rigor
la abstinencia y como si fuese circunstancia relebante del ayuno la falta sola
de pexes, quando sobran laticinios (que por costumbre legitima o por la Bula
de la Cruzada se comen) y otras especies de simientes legumbres y granos
que se han reconocido de calidad nutritiva segun lo experimentan aquellas
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