Page 294 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 5
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Volumen 5
La defensa del obispo Moscoso: Cargo 11º
por que habia diferencia en sus abaluaciones, se asentó precio determinado
para que no hubiera socapas en quanto a las reales alcavalas. Esta valuacion
primera la han continuado hasta ahora, quando de muchos tiempos a esta
parte tenemos las cosas tan varatas. De suerte que los generos de Castilla que
han cogido por monton y lo mas ordinario y estan a dos o tres pesos nos
amontonan con violencia por diez o doce pesos la vara, el cuchillo de marca
menor que vale un real nos dan por un peso, la libra de yerro mas ruin tam-
bien a peso, la bayeta de la tierra de cualquier color que sea, no pasa de dos
reales y ellos nos las dan a peso, fuera de esto nos votan alfileres, abujas de
Cambray, polvos azules, varajas, antiojos, espejitos, estampitas, trompas de
muchachos, sortijas de laton y otras ridiculezas de esta especie, que no nos
sirven. A los que tenemos alguna comodida nos votan fondos, terciopelos,
piñuelas, sarguillas, calamacos, medias de seda, encajes del Puy, hevillas de
metal y otras de esta calidad, como si nosotros usaramos de modas españolas
y luego en unos precios tan exorvitantes, que quando llegamos a vender no
volvemos a recoger la veintena parte de lo que hemos de pagar. Al fin que nos
diera tiempo y treguas para su cumplimiento fuera soportable en alguna ma-
nera este trabajo, por que luego que nos acaban de repartir, aseguran nuestras
personas, mugeres e hijos y ganados privandonos de la libertad para el mane-
jo de este modo desamparamos nuestras casas y familias hasta vernos entre
ynfieles, a causa de no experimentar mas tiranias, nuestras mugeres e hijas
obligadas de su necesidad se hacen prostitutas, de donde nacen los divorcios,
amancebamientos publicos, destrucciones de nuestras familias y pueblos por
andar nosotros desertados y luego se atrasan los reales. tributos y nunca llegan
a tener aumento, no solo por que nos imposibilitamos, sino mas por que· nos
ausentamos de no poder satisfacer. El finado don Antonio Arriaga (que Dios
haya) nos repartio la cantidad de trescientos y mas mil pesos con alguna dife-
rencia, segun consta de los Libros Borradores que se hallan en mi poder. La
tarifa de esta provincia es de un ciento doce mil y quinientos pesos, por todo
el quinquenio repare ahora vuesa señoría el exceso. De este mismo proceder
son todos los correxidores, fuera de tener este cavallero tan mala conducta
con sus cobradores, de apalearlos, apedrearlos y tratarlos tan mal siendo sus
complices en sus iniquidades, no solo a estos por decir que dependia de los
grandes de Castilla. Y si con estos tenia tal manejo, que seria con nosotros?
fuera de esto su mal genio, elacion y soberbia, dio merito a toda la provincia
para fabricarle su ruina, de que le sirve ser hijo de Jupiter, quando sus obras
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