Page 292 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 5
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Volumen 5
La defensa del obispo Moscoso: Cargo 11º
atrasando con esto los reales tributos y alborotando mas los pueblos y por no
lebantar armas para mi defensa, he estado tolerando hasta recibir respuesta de
esa ciudad para mi govierno y ahora con la venida de vuesa señoría, lo que he
celebrado en mi alma, no dudo deshaogara este mi pecho, que tanto desea la
paz de la republica, diciendome lo que combiene para el bien y servicio de
nuestro Monarcha. No quiero enigmas en lo que pretendo, sino una pura ver-
dad que ésta aunque adelgaza no quiebra. Dos años hacen ya que el Rey mi
señor con su liberal y soberana mano expidio su real cedula para que a raiz se
quitaran estos repartos y los nombres de los corregidores y lo que hasta hoy se
ha estado haciendo es hir entrampado y continuando su iniqua existencia con
decir que conforme fueron acabando sus quinquinios hiran feneciendo y este
modo de giro es capa de maldad contra la realmente. Lo que pretendemos
todos los provincianos de todos estados, es que en el dia instante y momento,
se borren de nuestras imaginaciones esos malditos nombres y en sus lugares
se nos constituyan Alcaldes Mayores en cada provincia, pues es preciso que
los haiga para que nos administren justicia y que tengan aquella jurisdiccion
necesaria y correspondiente a su caracter. Alegaran los corregidores de que
estan repartidos los intereses de su magestad y que por ser ramo tan privile-
giado deben proseguir y exercer la real cedula de merced, a lo que debo decir
a vuesa señoría por combenir al sosiego y seguridad de sus vidas, que dichos
señores paguen lo correspondiente de todo lo que han apercibido hasta el dia
de la cesasion y hecho el ajuste verá vuesa señoría que han cogido ya tres y
quatro veces mas de lo que el señalamiento de cada provincia ordena; don
Miguel de Urbiola, Correxidor de Carabaya ya no tiene otro afan por que con
su nuebo reparto, se eximio de cargos de conciencia en alguna parte. No hay
correxidor que se sujete por mas ajustado que sea si acaso hay correxidor ajus-
tado aunque sea de la cuna mas ilustre. Un humilde joven con el palo y la
honda, un pastor rustico por providencia divina, libertaron el infeliz pueblo
de Ysrrael de poder de Goliat y de Faraon, fue por que las lagrimas de esos
pobres cautibos dieron tales voces de compasion pidiendo justicia al cielo y en
cortos años salieron de su martirio y tormento para la tierra de promision mas
ay! que al fin lograron su deseo con tanto llanto y lagrimas. Nosotros infelices
yndios, con mas lagrimas y suspiros que ellos en tantos siglos no hemos con-
seguido y aunque la grandeza real y soberanía de nuestro Monarcha se ha
dignado librarnos con su real cedula este alivio y favor se nos ha buelto mayor
desasosiego, ruina temporal y espiritual, será la razon por que el Faraon que
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