Page 182 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 5
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Volumen 5
                                                            La defensa del obispo Moscoso: Cargo 7º
            Comandante: Que yo mesmo descubrí el pecho a la vala la tarde que combatió
            esta ciudad el Rebelde en el cerro de Picchio, saliendo por las calles y plazas a
            confortar la gente desfallesida con el temor concluyendo componerme a poca
            distancia de las tropas auxiliares de Tupa Amaro, y a tiro de cañon que viendo-
            me mandó este se me disparase: Que yo mantube a los curas a toda fuerza en
            sus Doctrinas para que fortalesiesen sus feligresías y saliesen al frente de ellas
            a la guerra con los ynsurgentes cuya importancia se advirtió bastantemente
            en la derrota que padesieron los mejores gefes de Tupa Amaro en la provincia
            de Cotabambas: que mis oficios a Vuestro Virrey y Visitador General valieron
            mucho, como tambien los que resibia la Junta de Guerra: Que auxilie la Caxa
            Militar con cerca de treinta mil pessos, donados en parte por el estado ecle-
            siastico, a solicitud mia, y tambien de mi propio caudal: Que ultimamente fui
            comisionado por vuestro Virrey franqueandome todas sus facultades sin limi-
            tacion alguna para que oyese a los caciques a los pueblos, y aun al mismo Tupa
            Amaro, y les impartiese el beneficio del yndulto, como lo verifiqué saliendo
            en la estacion mas rígida del año con la salud quebrantada, pisando niebes y
            atropellando peligros, hasta el pueblo de Siquani donde conseguí la rendicion
            del rebelde Diego Christoval de toda su familia y de inumerables partidarios suyos.
                    (Al margen: OJO) En todo esto no bise mas de cumplir mis obligacio-
            nes, y solo refiero por alto el desempeño de ellas para que Vuesa Magestad me
            haga justicia, proveyendo el mejor modo con que yo pueda sincerarme sobre
            el concepto que ha hecho la Real Audiencia con ocacion de los autos ya cita-
            dos y en orden a lo demas que se me haya imputado por algunos de mis dio-
            cesanos assi seculares, como eclesiasticos, que han sufrido la reforma de vida y
            costumbre mal de su agrado, pues aun par aca se han produsido con despecho,
            y dando a entender esperan satisfacciones de los informes que en agravio de
            mi inosencia han hecho, de que tengo pruebas. Nuestro Señor guarde la ca-
            tholica real persona de vuesa Magestad muchos años como lo ha menester la
            cristiandad. Cuzco y octubre trece de mil setecientos ochenta y tres.
                    Señor














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