Page 184 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 5
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Volumen 5
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            Cisneros. No excusé condescender con su respeto en los terminos que permi-
            te la politica, armonía con los jueces reales, y fue no inferirle pena alguna
            contentandome con que estubiese en el lugar, e instruiese los libros de su car-
            go, pero deviendose proceder al castigo de los reos que resistían los preceptos
            de la justicia eclesiastica era preciso recivir sumarias con las respectivas dili-
            gencias de oficios y exortos al Juez de la provincia para el auxilio que en seme-
            jantes casos previenen las leyes don Antonio Arriaga que en sus principios por
            si y sus tenientes embarazó estas actuaciones al fin prestó auxilio para que
            arrestados los reos de aquel desacato en la Carcel Publica de Tinta sufriesen la
            pena condigna a su delito que siempre seria al arbitrio del juez real hallandose
            en estado la causa: Mas atropellando este corregidor todos los derechos, y aun
            lo mismo que havia determinado; relaxó las prisiones de los delinquentes y
            cometió otros excesos hijos de su inadvertencia que dieron merito a la censu-
            ra en que le declaró incurso mi Previsor don Juan Antonio Tristan que siguió
            esta causa desde sus principios.— Son notorios los recursos de fuerza que se
            interpusieron a esa Real Audiencia, y todo lo demas que consta a vuesa seño-
            ria por lo que continuamente le he informado: Al fin fue absuelto Arriaga,
            regresó a su provincia cobró su repartimiento y tributos (segun parece de au-
            tos que se han seguido ante don Josef Sanchez Administrador de Rentas Uni-
            das de las Caxas del Cuzco a representacion de don Eusebio Balsa sobrino del
            finado Arriaga) y la corrio toda sin mas novedad que las hostilidades y desaca-
            tos que causó a los Ayudantes de las doctrinas de Yauri y Coporaque a que
            dirigía sus dardos por enemigo declarado del Cura de este segundo pueblo, e
            irritaron contra los primeros por la separacion de su ayjado el Cura Martinez,
            igualmente contra el Coadjutor de la de Pichigua don Josef Calderon a quien
            prendio de su orden su Teniente Francisco Cisneros de quien tiene vuesa se-
            ñoría larga noticia por estos sucesos y los ultimos de la complicidad con Tupac
            Amaro teniendole arrestado el mismo Arriaga varios dias en el pueblo de Co-
            poraque de cuio atentado di parte al excelentísimo señor Virrey actual quien
            en oficio de diez y seis de noviembre de setecientos ochenta previene al mismo
            corregidor ponga en prision a Cisneros, y amenaza al corregidor con pena de
            privacion de oficio irremisiblemente lo que parece del testimonio que acom-
            paño.— Estos hechos que devian inducirme a declararlos incursos en las cen-
            suras prevenidas por derecho y arregravarselas pues no hay ninguno que apoie
            la prision de un eclesiastico por un corregidor; la impedicion de censuras a
            unos feligreses que havian puesto manos violentas en su parroco, que igualmente



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