Page 249 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
P. 249

Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            Vial, llegaron al pueblo de Julí, en cuyas montañas se hallaban los sublevados,
            despues de haber egecutado, un dia antes del arribo de las tropas, sangriento
            estrago en todo su vecindario, y un saqueo universal de sus casas, y de lo que
            habian colocada en el sagrado asilo de los templos, que no se eximieron del
            furor y de la profanacion.
                    50. Los nuestros, cuando entraron al pueblo, encontraron la plaza y
            las calles inundadas de sangre, y arrojados los cadáveres por todas partes, sin
            que hubiese un sugeto racional de quien tomar alguna razon, hasta que con el
            estrépito de los fusileros, que disparaban en un breve choque con los indios
            á las faldas de los cerros, salieron los curas y algunos otros que se mante-
            nian en lugares ocultos, sin atreverse antes á manifestarse por el justo temor
            de la muerte. Entonces el Capitan comandante mandó retirar la gente y salió
            afuera con los curas y los demas que tuvieron la felicidad de sustraerse á la
            cuidadosa pesquiza de los indios. Continuó retrocediendo hasta las cercanias
            del Ylabe, de donde dió cuenta de lo sucedido, y en su vista se determinó en
            junta de guerra, que siguiese su retirada, cuya órden, que recibió ya en dicho
            Ylabe, no obedeció por entonces, fundado en razones que no parecieron las
            mas sólidas. Pero muy poco despues, la necesidad le precisó á cumplir con lo
            mandado, porque el pueblo de Acora, que contiene un gran número de indios,
            tuvo partido con los rebeldes, y antes de verse cortado, salió de ese pueblo, y
            vino á este otro citado, en donde le alcancé con la mayor parte de mis tropas,
            que tuve á bien conducir en persona con los pertrechos necesarios, con el fin
            principal de apoyar la retirada que la hice ver indispensable, considerando la
            falta de municiones con que se hallaba para defenderse, y la justa atencion de
            no poder yo desamparar largo tiempo mi capital, por cuyo motivo habia yo
            resuelto regresar.
                    51. En estas circunstancia recibí carta del expresado Gobernador de
            Chucuito, escrita desde esta villa, en que asegurándome que los indios estaban
            encima, me llamaba con instancia á socorrerla. Con esta noticia levanté mi
            campo, y marché á las doce de la noche, y prudentemente receloso de que me
            seria preciso abrir camino para entrar con las armas en la mano, solo puede
            franquearles cuatrocientos cartuchos, que parecian suficientes con los demas
            que tenian, para el efecto de retirarse, que fué lo que les previne á los oficiales
            comandantes cuando solicitaron de mi consejo la resolucion que se deberia
            tomar en aquel estado. En cuya virtud la mañana inmediato, 10 del corriente,
            se retiraron, siguiendo mis huellas hasta Chucuito, y convoyando el vecindario



                                               248
   244   245   246   247   248   249   250   251   252   253   254