Page 248 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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Volumen  4
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            al otro de Capachica, que pidió auxilio para sostenerse en la laudable resisten-
            cia que hizo á los rebeldes que le embistieron.
                    46. Y como de resultas del golpe que recibí en el pie izquierdo, me ha-
            llase imposibilitado á salir de la cama, y el cirujano me dilatase el término de
            la curacion mas allá de mi deseo, y de lo que era menester en aquella situacion,
            consultando los medios mas oportunos para la seguridad de conservar este
            Puno, tuve por conveniente ocurrir, como realmente ocurrí, al comandante de
            la Paz por un extraordinario, y exponiéndole el estado á que me había reduci-
            do este incidente, y que me era imposible una aplicación personal, absoluta-
            mente necesaria en iguales casos, le propuse que subrogase en mi lugar otro
            sugeto, que llevase adelante la importante idea de mantener esta plaza, que
            servia de notable embarazo é incomodidad á los enemigos.
                    47. Pero no tuvo algun efecto mi recurso, porque el conductor ex-
            traordinario que despachó, no pudo penetrar hasta la Paz, porque la provincia
            inmediata de Chucuito, con el egemplo contagioso de la de Pacages, que ya
            estaba sublevada, abrazó el mismo partido; y declarados primeramente los
            pueblos del Desaguadero, Copita y Yunguyo, no le permitieron pasar adelante,
            y volvió con los papeles despues de algunos dias, en que ya por otras partes
            tenia noticia por acá de esta novedad, en cuya consideracion y siendo urgentí-
            sima la necesidad de obrar, hice los mayores esfuerzos para ponerme en pié y
            dar personalmente providencias, que de otra suerte no se hubieran egecutado,
            y aunque á espensas de grande mortificacion y dolor, logré por último este
            designio, continuando sin intermision en el trabajo,
                    48. El Gobernador de Chucuito, luego que se supo la alteracion de
            aquellos primeros pueblos de su provincia, solicitaba los medios de aplacarla,
            y habiéndose hecho junta de guerra, se propuso el de remitir gente armada,
            que contuviese este movimiento, pero nunca quise convenir á ello, porque
            siendo la causa general á que se atribuia, y por la cual muy de antemano se
            tenia esta misma resolucion, era preciso que toda ella se conmoviese, y que to-
            mando en medio la corta tropa que se podia unicamente despachar, pereciese
            sin remedio, como sucedió á la letra, porque destacado por órden privativo de
            su Gobernador el cacique de Pomata D. José Toribio Castillo con 25 hombres,
            fueron todos sacrificados al instante en este dicho pueblo, que con esta oca-
            sion se declaró á cara descubierta.
                    49. Con nueva noticia de este segundo desgraciado suceso, se resolvió
            de enviar todas las milicias, y marchando á la conducta del capitan D. Santiago



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