Page 244 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
P. 244
Volumen 4
Conclusión de la rebelión
de bajar de las eminencias que ocupaban, haciendo jactanciosa ostentacion de
su propia multitud, con extenderla por las faldas y dilatadas cumbres, que se
presentaban á la vista. Adelantábanse algunos de ellos á poner fuego á unos
ranchos desviados, aunque poco, de lo restante del pueblo, no sin el abrigo de
tales cuales fusiles, disparados contra los nuestros, que ofendian hasta la mis-
ma plaza de la villa. Pero seis fusileros, que colocamos en una de las torres de
la matriz, y otros piquetes de estos mismos, destacados hácia el sitio, llamado
vulgarmente de Orcopata, con una compañia de caballeria de Chucuito, im-
pidieron este daño, y embarazaron el que aquellos cortasen el camino real que
guia para dicho Chucuito.
37. Pero, como su grande número les daba facultad para rodearnos
por todos lados, intentaron el pensamiento, y con efecto se adelantaron hasta
las faldas y pié de la montaña de Queroni: de suerte, que el pueblo no tenia
otra frente libre de indios que el que descubre la laguna. Por la parte superior
inmediata al cerro, nombrado el Azogue, incendiaron algunos ranchos poco
distantes de la iglesia de San Juan, se apoderaron del arrabal (si admite este
nombre) de Guansapata, rechazando á nuestros indios Mañazos que la defen-
dian, y finalmente colocaron una de sus banderas sobre el peñasco, en cuya
mayor altura habia tambien una Santísima Cruz.
38. Irritado el valor de los nuestros con la evidencia del peligro, y reci-
biendo las órdenes correspondientes, los tenientes de fusileros de las milicias
de Puno, D. Martin Sea y D. Evaristo Franco, con sus respectivos piquetes,
acometieron con braveza á los enemigos, y á expensa de su propio riesgo, y
del vivo fuego que les hicieron, los rechazaron del puesto en breve rato: y para
que lo mantuviesen contra los nuevos refuerzos y socorros que les oponian,
fué preciso destacar al capitan D. Santiago Vial, y Sargento Mayor de Chucui-
to, con otro piquete de fusíleros, que no solo contuvieron los indios, sino que
los apartaron á una distancia considerable, quedando dueños de un lugar tan
importante y pegado á la villa. Logróse el mismo efecto por la parte del cerro
de San José, con otro trozo destacado á la conducta del alferez D. Juan, la com-
pañia de caballos de Pomata, otra de honderos de Chucuito, y el abrigo de los
fusileros que dispararon de la torre.
39. La compañia de caballos de Puno, y la de Tiquillaca, mandadas por
D. Andres Calisaya, cacique de este segundo pueblo, y otra tercera de Chu-
cuito, se opusieron á los indios, que intentaban atacar por la parte del cerro
citado de Queroni: pero nunca se empeñó guerrilla con ellos, que acometidos
243