Page 442 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Volumen  3
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            una de aquellas cartas que resolvieron a vuestra señoría a recoger la tropa de
            que hablabamos, no ministraba la especie de querernos enteramente rodear
            los indios. Esta ha sido una mera presunción de lo que pueda suceder, pero las
            noticias han convenido en que pensaban entrar divididos en•cuatro trozos:
            por San Sebastián, por el Camino Blanco, por el cerro que llaman Sacsahua-
            mán y por Puquín, en cuya suposición siempre quedaba libre alguna entrada,
            sin embargo de pensarse que habían de ocupar la parroquia de Santa Ana,
            porque además de no ser esto lo que se ha participado, no faltaban otras vías
            aun figurado el caso de que la operación del indio rebelde fuera insensible y
            por los aires. La falta de armas tampoco puede retraernos la guarnición de
            Urubamba, porque el doctor don Antonio Valdez, cura de Coasa, a quien de-
            bemos creer por el espíritu patriótico que le anima y la práctica que tiene de
            aquellos lugares, ofrece que hará la defensa con cien hombres de auxilio, a más
            de los sesenta que comanda el oficial Oliva y los: otros provincianos y veinti-
            cinco fusiles con sus respectivas municiones, con lo que igualmente asegura
            que contendrá. y arredrará más de dos mil indios que se han dejado ver en
            Calca; a que contribuirá sin duda el cura de Urubamba que me dice mantenía
            a sueldo de su propio caudal más de quinientos hombres, como parece de su
            carta que acompaño en testimonio, número primero, cuyo texto en todas sus
            partes recomiendo a la atención de vuestra señoría, como también del cura de
            Guaillabamba, escrita al corregidor don Juan Nicolás Lobatón, que es la del
            número dos, en la que hace patente el desaire que ha sentido el cacique de
            Chinchero, que habiéndonos estado el triunfo con una laudable fidelidad ha
            estimado por traición la cortada del puente de Guaillabamba y será parte de
            satisfacción fuera de otras que se le deban dar, el dejar corriente la de Uru-
            bamba, instruyéndole de los motivos que tuvo presentes esa Real Junta para
            cortar el de Guaillabamba, porque de lo contrario daremos fomento a la natu-
            ral desconfianza de los indios y progreso a las pésimas resultas que indica el
            cura. Parece que a vista de todo lo que llevo expuesto a vuestra señoría, será
            regular y de beneficio público la revocación de la consabida providencia, por-
            que así lo piden los intereses del estado y la necesidad en que nos hallamos de
            impedirle todo partido favorable al Rebelde, consultando la triste situación en
            que se halla esta ciudad, aun en los preludios de la calamidad que trae la gue-
            rra. Ya vemos que los víveres escasean, que estos han tomado exhorbitantes
            precios, que aun los necesarios no se encuentran y que aun sin haber entrado
            las tropas auxiliares que esperamos, estando todavía expeditas las demás



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