Page 374 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Volumen  3
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            de la rebelión, para que por una y otra parte oprimidos los rebeldes, se sujeten;
            y siendo lo que más ejecuta en el día el socorro de esta ciudad, sabrá suplicarle
            la Real Junta remita Su Excelencia de aquella capital, con toda la brevedad un
            refuerzo de mil hombres de tropa escogida, que por la menor parte se con-
            templan necesarios, respecto a que por instantes se agrava el mal; y fuera de
            estos auxiliará oportunamente la tropa de trescientos hombres de la ciudad
            de Arequipa, que puede mandar Su Excelencia marche inmediatamente a esta
            Capital. Que es lo que siento en las actuales circunstancias. Cuzco y noviem-
            bre diez y nueve de mil setecientos ochenta años.— Juan Manuel Obispo del
            Cuzco.— A los Señores de la Real Junta de Guerra.—
                    (Al margen: Subscripción)
                    Concuerda con el dictamen original de su contexto, que se remite el
            día de su fecha a los Señores de la Real Junta de Guerra a que me remito.
            Cuzco y noviembre veinte de mil setecientos ochenta años, de que doy fe.—
            Doctor José Domingo de Frias, Secretario.—
                    (Al margen: Respuesta de la Junta)
                    Ilustrísimo Señor.— Con vista del oficio que por carta del día ha pa-
            sado Vuestra Señoría Ilustrísima a esta Junta; debe decir que la tropa auxiliar
            que se despachó de esta ciudad, para que se reuniese a la de la Provincia de
            Quispicanchis a fin de invadir al conspirado indio José Tupa Amaro y sus
            aliados, no fue al comando de Don Tiburcio Landa, sino al de Don Fernando
            Cabrera, Corregidor de dicha Provincia y Teniente de Capitán General en ella,
            en cuya compañía marchó dicho Landa como Capitán; y si la acción se perdió
            en Sangarará, en la forma que se dice, sin duda ha sido, porque dicho Corre-
            gidor Comandante y sus oficiales no se sujetaron a las órdenes que sucesiva-
            mente se le comunicaron, para que no se separase un punto de ella y que se
            mantuviese sin dar paso adelante con su tropa, entretanto que se remitan otras
            compañías bien formadas y de esfuerzo, que ya estaban prontas a transportar-
            se, lo que consta individualmente por las copias de dichas órdenes que incluye
            esta Junta a Vuestra Señoría Ilustrísima, pues acordó lo más oportuno con las
            noticias que pudo adquirir de las fuerzas del rebelado, que no se presentaron
            los nuestros sin las correspondientes para hacerle oposición, asegurando el
            sitio si se precipitó el Comandante Corregidor, a él se le debe imputar la culpa.
            En lo que respecta al dictamen que Vuestra Señoría Ilustrísima manifiesta en
            la citada, lo abrazará esta Junta en toda su extensión; pues ha confrontado
            Vuestra Señoría Ilustrísima, con lo mismo que arbitró esta Junta, como se ve



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