Page 373 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            motivos de mas consideración, que cuantos se pueden proponer en apoyo del
            designio de salir al encuentro al rebelde; y sobre todo debemos mirar, que
            perdida esta capital que está situada como en el corazón del reyno, se des-
            membraría del dominio de su Majestad Católica la porción más considerable,
            cuya usurpación fuera el objeto de nuestro mas vivo dolor y un escándalo que
            corrompiese la fidelidad de otras ciudades, por el comercio y comunicación
            de ellas con esta. Y porque aún en el estado actual no nos contemplamos con
            alguna seguridad de defensa, importa mucho no perder un momento de for-
            tificarnos dentro, formando trincheras en las bocacalles de las entradas, para
            cortar las avenidas de los insurgentes, previniéndose con centinelas avanzadas
            y de sujetos de la mayor confianza en las colinas y serranías vecinas, a distan-
            cia lo menos de dos leguas para evitar la sorpresa que sea noticia han padecido
            nuestras armas en la expedición desgraciada; que al mismo tiempo se trabaje
            con prontitud las respectivas estacadas y trincheras en el Colegio que fue de
            los expatriados, que sirve de Cuartel, principalmente en el plan que hace el
            atrio de la iglesia para el uso libre de la artillería su defensa y precaver el daño
            que se puede recibir, en la misma forma que he dispuesto y se está haciendo en
            mi Catedral. No siendo de menor atención la custodia de los caudales, por las
            reflexiones antecedentes, juzgo deben asegurar en la iglesia de los expatriados,
            especialmente el de el Rey, la que por mi fábrica de cal y piedra, y capacidad
            está libre de los incendios de que no se vale el tirano ya que se halla expuesto
            el Colegio en que hoy se hallan reservados. Y a su consecuencia por ser tam-
            bién este un interés común deberá mandar la Real Junta por bando, que en
            el término de tercero día cuando más, los conduzcan los vecinos para que se
            guarden en la expresada iglesia. Que siendo ya muy manifiestos los indicios
            de que la conjuración es general en todo el reyno, por los indios y mestizos,
            según la idea que dan los movimientos de las provincias de Charcas, las de este
            Obispado y otras, parece también ser necesario un remedio universal; por lo
            que con la mayor anticipación juzgo debe esta Real Junta de Guerra, hacer un
            expreso al Excelentísimo Señor Virrey de Lima, representando el miserable
            estado en que nos vemos y el riesgo a que está aventurado el reyno, sino se
            toman prontamente los expedientes mas eficaces y oportunos para cortar la
            conspiración y afirmar el yugo del vasallaje en esta América, requiriendo con
            igual celo Su Excelencia al Excelentísimo Señor Virrey de Buenos Aires, para
            que coadyuve por aquella parte, internando tropas hasta los confines del Co-
            llao, que son los términos de aquel virreynato, donde ya se siente el fermento



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