Page 342 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Volumen  3
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            como consta de la declaración, que ha hecho con esta fecha el cura de Tinta
            Don José Ramón de Vergara, que se ha venido precipitadamente de su dotri-
            na; huyendo de la persecución del dicho cacique; para que en su atención y de
            carecer esta ciudad de españoles, que puedan tomar las armas a una natural
            y justa defensa, previniese su Señoría Ilustrísima con las órdenes correspon-
            dientes a todo el gremio del clero, asi secular como regular, estuviesen dis-
            puestos a una acción a que son obligados por todos derechos; principalmente
            cuando en ello se interesa la religión y el servicio del Rey, objetos los más
            dignos de la mayor consideración y que deben dar el estimulo de nuestro celo
            para empeñar el esfuerzo aún con sacrificio de la vida; debía mandar y mando
            que el Promotor Fiscal Eclesiástico, sin la menor perdida de tiempo, haga la
            convocación referida en todo el clero, formando las listas correspondientes de
            los sujetos que sean capaces de presentarse con armas y haciendo una exacta
            pesquisa de todas las especies, que de ellas puedan encontrarse en sus casas,
            que deberán manifestar pena de santa obediencia y de otras que se reservan en
            su denegación.— Y por lo que hace al cuerpo regular, se pase los respectivos
            oficios a los Reverendos Prelados, a fin de que concurran a esta causa común
            y tan recomendable, los individuos de sus comunidades; y que para acordarlo
            mejor, se les cite a la Casa Epicopal en junta, que se celebrará este mismo día
            a las cuatro de la tarde, concurriendo también los padres graves de cada una
            de ellas. Previniéndoles dupliquen los ruegos y oraciones a Dios, para que nos
            libre de tan inminente aflicción, avivando las exhortaciones públicas, para que
            todos guarden constantemente la debida obediencia hasta el último extremo
            al Rey nuestro señor. Y porque igualmente contribuye, a este intento, se mul-
            tipliquen los ruegos y oraciones, se pasará otro a los Monasterios de religiosas
            y beaterios, para que hagan rogativas en los coros de sus iglesias, dirigiéndose
            cartas circulares a los curas de las parroquias, para que en la misa mayor se
            descubra a Nuestro amo el Señor Sacramentado y se recen las letanías de los
            Santos, a ejemplo de la Catedral. Asi lo proveyó y firmó Su Señoría Ilustrísi-
            ma de que doy fe.— Juan Manuel Obispo del Cuzco.— Ante mi, Doctor José
            Domingo de Frias, Secretario.—

                    (Al margen: Acuerdo)
                    En la Ciudad del Cuzco en trece días del mes de noviembre de mil
            setecientos ochenta años. En cumplimiento de lo decretado por el Ilustrísimo
            Señor Doctor Don Juan Manuel Moscoso y Peralta, mi señor, dignísimo Obis-



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