Page 278 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Volumen 3
Inicio de la rebelión
prisioneros de los quales se ahorcaron dos, y a los demas se les esta tomando
declaraciones.
Fue muy oportuna la disposicion de entrar en la Ciudad con las Cabe-
zas montadas sobre las Picas, porque solemnizada la victoria por toda la Plaza
mayor con esta demostracion que nunca havia visto el vulgo, tomó aliento la
Ciudad; y los Soldados de las Expediciones gratificados por el publico con
el aplauso, se animaron de otro espiritu superior al que tenian, entrando los
demas en conocida emulacion que obró bastante en aquellos que fueron a la
Expedicion de Guayllabamba de la Provincia de Urubamba.
Esta revolucion trajo su origen desde los Pueblos altos de Cata y Ocon-
gate que sintieron el fermento de Tupac Amaru en los Emisarios que este les
embio con sus acostumbradas incitativas q’ ha repartido desde el principio de
su rebelion. Movidos los Yndios de aquellos dos Partidos que son los peores de
toda la Diocesi, bajaron impetuosamente al Pueblo de Caycay en que empieza
la linea de la Quebrada, y tira hasta el Pueblo de Urubamba, terminando en
los de Tambo, y Lares a la otra vanda del rio que corre por aquella serrania,
formando el Pais mas delicioso que a voto del mejor gusto tiene el Reyno; por-
que ambas riberas de ser agradables a la vista por los Arboles y Bosques que
cubren con armonia el sitio poblado a distancia proporcionada por una y otra
frente, logran del mas bello temperamento y cielo benigno: de modo que a lo
menos en Yucay, y Urubamba se ha observado una Primavera continuada por
todo el año.
Esta porcion la mas apreciable del Obispo se vio embestida de las tro-
pas furiosas de Yndios que baxaron desde el dh° Pueblo de Caycay robando
Haciendas, y Ganados, y cortando Puentes hasta Guayllabamba, para cuya
defensa se destacó del Quartel del Cuzco una Partida al Comando de Dn.
Juan Nicolas Lobaton Corregidor de la Provincia de Urubamba. Fueron ata-
cados los Yndios a la otra Vanda de Guayllabamba con tan feliz suceso de
nuestras armas que murieron mas de 200, quedando muchos heridos. Tuvo
mucha parte en esta victoria, el fidelisimo y noble Cacique de Chinchero Pu-
macahua. Con la prontitud que acostumbra éste, les ganaba a los Enemigos la
espalda, y trastornando los Cerros con su gente, se dexaba ver batiendo en las
alturas vandera blanca, por cuya divisa de Paz le invitaban a bajar los otros de
la faccion contraria que ocupaban la falda de la Montaña, y descendiendo el
Cacique hasta una distancia proporcionada para ofender, oprimia con galgas
a los Enemigos, obligando a unos a botarse al rio, en que se ahogó el Segundo
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