Page 276 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Volumen 3
Inicio de la rebelión
beneficios, convirtiendose la mano de Dios benefica en mano vengadora; pero
la angustia presente quiza ha tocado ya los corazones de nuestros Ciudadanos,
y los ha convertido a Dios que solo debe dominar en ellos. Se ha visto una Mi-
sion fervorosa q’ a pedimento del Sr. Obispo han hecho en la Yglesia Catedral
los Reverendos Padres de San Francisco. Tal vez el fruto ha correspondido a
los deseos, pues toda la Ciudad se ha visto recurrir a purificarse en la Fuente
de la Penitencia, y a fortalecerse en la Sagrada Eucaristia; Una edificante Pro-
cesion de Penitencia ha ofrecido a los ojos de Dios un espectaculo capaz de
desarmar su ira. Un ayuno que por solemne indiccion del Yltm° Prelado se
ha observado generalmente en los dias 27, 28 y 29 de Noviembre ha puesto
al Pueblo en aquella humillacion q’ pide Dios en los q’ con sus destemplanzas
movían su justa indignacion.
Desde luego no se asegura que estas publicas demostraciones ya hayan
puesto a nuestros Ciudadanos a cubierto de los tiros y efectos de su enojo;
pero su benignidad y misericordia les es el garante de que asi sera, pues es
constante y cierto que otras veces menores indices de conversion han apla-
cado la ira con que castigaba. Es poderosisima la consideracion de que estas
Regiones en su pura aunque no siempre viva fe, proponen a Dios una creencia
digna de aprobacion, y digna de la sinceridad de estos Habitadores en quienes
jamas se percibe el fermento de Doctrinas extravagantes y peregrinas. Estos
alienta a que Jesu-Christo movido de esta limpieza depure mas y mas nuestras
mentes, y estime con singularidad una captividad del entendimiento que aqui
se le tributa mejor que en otras partes. Aqui se ve mas desecado este noble
obsequio intelectual. Aqui no se oyen esos dislates de incredulidad que suelen
pasar por moda en las Naciones. Aqui no se conocen esos arrojos del liber-
tinaje que produce una persuacion que limita sus esperanzas a lo material y
sensible que nos rodea. Pecamos es verdad, y pecamos sin freno• y con disolu-
cion; pero las luces puras y sinceras de una fe sin limites nos llaman y reducen
a implorar el auxilio de un Dios q’ creemos sin mas q’ como se nos propone
por una Maestra q’ sabemos q’ no nos engaña ni puede engañar: es decir como
nos enseña la Yglesia de un Dios que allá en lo interior de nuestras mentes
jamas pierde el Ascendiente q’ por la fe ha tomado en ellas a pesar de tantas
iniquidades q’ nos manchan. No es verosimil que el Señor abandone a unos
Fieles de esta clase, en manos de quien no nos da mas seguro de su fe que unas
protestaciones fantasticas que desaparecen luego que no se hallan facilmente
concordables con sus ambiciosos intereses.
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