Page 269 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
                    Siguiendo el hilo de la narracion de los hechos del traydor Josef Ga-
            briel en la Provincia de Lampa, se refiere que antes de entrar el 6 de Diciembre
            en Ayaviri tuvo la animosidad de escribir al Cura de la Capital exortandolo
            para que no permitiese que los nuestros se refugiasen ni guareciesen de la
            Yglesia, ni su Cementerio: que predicase a todos siguiesen su partido, sino
            querian verse destruidos y asolados, para lo qual tenia sesenta mil hombres a
            su mando; y ultimamente que le esperase a la Puerta de la Yglesia con Palio,
            Capa de Coro, Yncensiario y agua bendita, como correspondia a su persona, y
            se le recibia en las demas Poblaciones. El Cura solo pensó en huir, y se retiró a
            Lampa, de donde siguió a Arequipa.
                    Ynmediatamente que entró el traydor en Ayaviri, puso fuego a la Car-
            cel, y destruyó varias Estancias de los vecinos, matando todos sus ganados, y
            talando sus campos; y dirijiendo su marcha al Pueblo de Pucara contiguo a
            Lampa, executo las mismas hostililidades.
                    El dia 9 entró en Lampa, Capital de la Provincia de este nombre donde
            havia bastante gente de lustre, y caudal. Asolo la Carcel, y Casas de Cabildos:
            saqueo todas las demas, y despacho sus gentes a las Haciendas y Minerales de
            los Europeos a saber Barrios, Cosio, Goyeneche, Alvizuri, y a los del criollo
            Tobar, las que arruinaron destruyendo sus trapiches, y Almacenes, llevando
            quanta pella y efectos encontraron.
                    Los Vecinos de Lampa havian custodiado en la Yglesia, y otros entie-
            rros muchos caudales en moneda, plata labrada y alhajas; pero de todo se apo-
            deró porque le daban avisos ciertos, y derechamente iba a los lugares del de-
            posito a sacarlo, con lo qual dexo asolado este Pueblo. Nombró por su Justicia
            mayor al Cacique Pacoricona, y le dio orden de quitar la vida a todo Chapeton
            que encontrase: y que los Criollos que havian huido, procurase arrestrarlos, y
            embiarlos a su presencia en qualquiera paraje en que se hallase.
                    Desde Lampa siguió el traydor para la Provincia de Azangaro, encon-
            trandose como por su Casa, y recibiendole los Pueblos como a su Soberano.
            Llegó a la Capital de esta Provincia, y executó los mismos destrosos que en
            Lampa, arrasando el dia 13 todos los Ganados de las Estancias; pero con mas
            particularidad las que pertenecian al Cacique Dn. Diego Chuquiguanca y a su
            hijo Dn. Josef, y sus hermanos que eran las mas considerables de la Provincia
            en venganza de haver manifestado a su Corregidor la Carta que le escrivio
            para que le prendiese, cuya fidelidad se la cobró bien el traydor, pues no hubo
            descendiente suyo alguno que no pasase a cuchillo. En todas estas doctrinas



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