Page 263 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
el Pueblo de Lampa despues de incendiado havia acampado en unos cerros
distantes legua y media de la tropa del Corregidor.
Con esta noticia juzgó el Corregidor Orellana que era inutil seguir ade-
lante y resolvió retroceder hasta las Balzas de Juliaca para ocurrir a los insultos
que intentaron contra su Provincia, y mantener en respeto los Yndios de aquel
Pueblo, y los de Caracoto, Cabana, y otros que aun no havian tomado aquel
partido. Marchó por frente de la Estancia de Chingara donde pasó la noche
del 12 de Diciembre y al transito por Calapuja intentó quedar alli el Cacique
citado Pacoricona instando mucho alojar al Corregidor en su Casa, y a sus
gentes en el mismo Pueblo. Pero con el aviso que se comunicó de que en dicha
Casa se ocultaban algunos rebeldes, los hizo el Corregidor buscar, y con efecto
se encontraron dos bajo de su propia Cama, por cuyo hecho interpretado de
traycion por la voz publica fue preso y conducido con seguridad y entregado a
los Soldados del Corregidor los que ya el día antes le havian observado ciertos
movimientos muy claros para desconfiar de su fidelidad.
El dia 13 se hizo alto en aquella misma cercania de Chingora, y desde
allí advirtió la tropa que por la cumbre de las Montañas venian los Yndios
formando una division de dos trozos dirigiendose el uno de ellos acia el lu-
gar citado de las Balsas de Juliaca con el designio a lo que se dexa entender
de apoderarse de ellas para cortar el paso a la tropa. Conforme a esto mandó
el Corregidor lebantar el Campo y marchó dos leguas adentro por aquellas
llanuras deseando con este genero de probocacion llamarlos a un encuentro
si intentaban embarazar la retirada que supusieron, y se acercó el Corregidor
al Pueblo de Coata donde podia disponer el numero de Balsas que fuese ne-
cesario; mas al continuar la marcha, mandó el Corregidor inclinar parte de
su gente al lugar por donde bajaban los Yndios inmediatos a las Balsas; pero
retrocedieron al Cerro, y el Caporal mandando callar a los demas, razonó con
uno de los Soldados del Corregidor estrañando se trajese preso a Pacoricona
siendo tan christiano como los nuestros, intimandoles que al momento se pu-
siese en libertad, y se les entregase la persona del Corregidor para evitar la rui-
na que seria irremediable de lo contrario. Pasaron unos pocos al atrevimiento
de baxar de su asylo, y siguiendo su marcha la tropa del Corregidor se hizo
noche el 13 en la llanura de Ayahuaca, manteniendose sobre las armas por el
cuidado de los enemigos.
El día 14 se presentó al Corregidor el Cacique de Caracoto manifes-
tando una orden del Yndio Sanca para alistar gente de dh° Pueblo, y cortar
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