Page 234 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. II
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Volumen 2
Antecedentes
corespondencia de sus haberes. Siendo yo el primero, que con gusto concurri-
ré con la parte que se me pida para no gravar el erario de Su Majestad.— Que
los costos de las guardias, de velas, salarios de ayudantes y refresco a la gente
deba costearlo el cabo de ronda y más oficiales de honor, que concurran en la
respectiva guardia, pues haciendo este gasto diariamente será llevadero y yo
lo haré el día que me corresponda y que los que se nombraren de ayudantes,
sepan distribuir la gente procurándoles el mejor descanso para que estén fuer-
tes al tiempo que lo pida la necesidad, trabajando únicamente los necesarios
en la guardia, la hora u horas que les toquen.— Que compuestos los cañones y
demás armas se pongan en lugar cómodo para el uso en la necesidad.— Fran-
cisco Antonio de Escajadillo.—
(Al margen: Otro)
El Teniente Coronel del Regimiento de Chumbivilcas, aprobado por
el Rey nuestro señor: sobre los puntos que propone el Señor Teniente de Ca-
pitán General y Gobernador de este Consejo de Guerra, dice: que aunque en
los indios no se advierten ni distantes indicios de sublevación, ni asoma mo-
tivo como las voces esparcidas, se presume que las hayan derramado algunos
individuos de abandonada conducta, con ánimo de poner en movimiento sin
detenerse en las resultas o por ver lo que medran a favor de sus intereses o con
la mira de espilar algunas casas, que podría grasar en el modo que se discurre:
es preciso estar sobre la defensiva y todo el conato, se debe poner en que haya
gente alistada, que esté a la voz de su capitán, examinándose que armas tie-
nen para acometer en caso de alguna invasión y que siendo aquellas con que
contamos poca, como los objetos que se presentan en peligro (roto el motín)
y avansándose sin la religión y la patria, y que todos son vasallos de nuestro
católico Monarca, pues no hay excepción, que exima atentas las circunstan-
cias, se procure formar un grueso competénte con el gremio de eclesiásticos
regulares y seculares, para el último subsidio, tomándose a este fin las provi-
dencias prudentes y secretas, que exige el asunto. Que las impensas para los
pertrechos, se hagan con los propios de la ciudad, de cuya defensa se trata y si
no fuesen bastantes para soportar, se tomen otros medios que no pensionen
la real hacienda y los que hubiesen de erogarse, en las centinelas y guardias,
que se han de continuar como de poco momento salgan del peculio de los
que hiciesen en jefes cada noche por su alternativa. Sobre todo determinará
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