Page 88 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
P. 88
Volumen 1
Representación de la ciudad del Cuzco
paga de los derechos, ofrecimiento, cera y arras, que todo lo recoge el cura, y
al que pronto no da el dinero de todo el importe, le hacen llevar sus ganados
y frutos, ó les hace conducir presos al pueblo hasta que los pague, ó pone en
haciendas ó destinos, sin que para estos casamientos sean necesarias ámones-
taciones ni otra diligencia que una corta pregunta al concurso de su libertad,
en que padecen muchos errores, siendo como son regularmente indios fo-
rasteros que se fueron fugitivos de los pueblos, ó por delitos que tuvieron, ó
huyendo de la temeridad del repartimiento de los corregidores y tiranías de
sus curas, llevándoles á esto el aumento de derechos, y no la verdadera union
del matrimonio; y aunque en los de tierna edad pudieran omitir los casamien-
tos, tambien los ejecutan y fuerzan á ellos, eligiéndoles los mismos curas las
mujeres, de que se siguen perniciosas consecuencias.
112. Ponen óleos á las criaturas que muchas veces pasan por el bau-
tismo que les ha hecho el fiscal ú otro pasajero con ignorancia, y toman razon
de las que han muerto para cobrar á sus padres los derechos del entierro, que
tuvo anticipado el fiscal, como de todos los demás que hubiere enterrado, ave-
riguando los cuerpos que hayan sido mayores y menores, para que se regule
la paga; y ha sucedido que dudándose en alguno la edad, se le ha desenterrado
y medido los huesos para computársela, y perciben los derechos en dinero ó
ganados y frutos de los inmediatos interesados del difunto si éste no los dejó.
113. Como en todo el año no tienen instruccion ni enseñanza de la
doctrina, los habitantes de las serranías se encuentran sin saberla y es muy
corto el tiempo de los ocho dias para aprenderla, áun cuando se la fuera á
enseñar, que está muy distante de hacerlo; piensan sólo en la codicia é ilícitas
diversiones; pero contra aquel impedimento les obligan á confesar y comulgar,
ignorantes los muchachos de uno y otro sacramento, y que cumplan con el
precepto anual, siendo muy digna de lamentarse la inteligencia en que están
de que así como pagan al cura las misas y óleos y entierro, les es debida la paga
de la confesion, y les llevan y ofrecen al tiempo de confesarse, y mucho más si
lo hacen con los clérigos y ayudantes que llevan, y éstos suelen ser de menos
instrucción, y extrañan cuando no se les da y le piden como preciso derecho.
114. ¡Cuánto pudiera decirse de otras muchas cosas menudas que eje-
cutan los curas en estas visitas, y los excesos de sus ayudantes cuando se des-
tinan á ellas! pues siendo éstos regularmente clérigos y particulares, muchos
de ellos de conocida ignorancia ó frailes de la misma, que por no vivir en la
observancia de sus religiones solicitan estos destinos, cometen muchas de-
87