Page 91 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
120. En otros hay variedad en la misma funcion de Semana Santa,
y en muchos está establecido el que hayan de contribuir con dos reales cada
hombre y mujer casados y un real los solteros para la cera de los monumentos,
que en los que son de grande gentío importa mucha cantidad, con la que se
quedan los curas, y ponen el gasto en la cuenta de fábrica y rentas de iglesia.
121. La fiesta del Córpus, también en los pueblos de mejor arregla-
miento, importa mucha cantidad á los curas, pues según son los Aillos dan
por cada patrón de ellos doce pesos, y el ricochico de aves, borregos, torillos y
harina, de modo que los caciques convierten como de Aillo, en esta y otras que
les estan señaladas, los frutos y bienes que debieran recogerse para las cajas
de comunidad que están mandadas fundar en las ordenanzas para beneficio y
alivio de los indios, y se han refundido en los curas.
122. En las demas festividades de Pascuas y otras clásicas tienen los
curas establecidos los manípulos con tal precisión, que han de contribuir con
un real ó medio ú otra ofrenda cuantos fieles concurran á la misa, sin que se
reserve alguno, pues para ello salen el sacristán y fiscal á la puerta de la iglesia,
que la cierran y dejan sólo abierto el postigo y no dejan salir sin pagar la con-
tribución, ó les quitan las mantas con que se cubren, á los indios é indias, cosa
tan escandalosa, que hay en muchas iglesias grandes ruidos y crecidos golpes
con los sacristanes, con efusion de sangre y otras muchas perniciosas resultas.
123. Todo cuanto debiera ser devocion y culto promovido por los
curas para edificación, sin los gastos y gravámenes á que inducen, es hoy per-
nicioso aparato y falta de cristiandad, influido y protegido por ellos con de-
mostracion de religion, lo que pudieran calificar muchos sucesos extraños y
dignos de fea nota, y sirva de luz uno muy moderno acaecido con un cura,
el cual deseando establecer la fiesta de una imágen de Nuestra Señora, para
lo que solicitó que hubiese mayordomos, priostes y alféreces, la colocó en el
cuerpo de la iglesia, y viendo que no se ofrecian los feligreses á estos destinos,
se descalzó, y recibiendo la imágen en sus brazos, hizo exclamacion de la poca
reverencia y culto que se le daba, y que sería mejor retirarla á una capilla ocul-
ta, con cuya demostracion consiguió que en el año siguiente y los demás se
estableciesen más de veinte priostes y alféreces que le contribuyesen el interés
que solicitaba, y éste fué uno de los medios más prudentes en lugar de la fuer-
za que usan otros curas.
124. Es uniforme y general el modo de elegirse los alféreces de un año
para otro, y aunque en algunas partes lo hacen entre sí los indios juntándose
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