Page 538 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Volumen 1
La verdad desnuda
pués vuestro Reverendo Obispo de que por consejo de Areta había presentado
Oblitas al Inspector la carta; sin otro antecedente ni motivo fulminó censuras
contra ellos, declarando de la carta; mandando además que éste saliera inme-
diatamente para su Curato, como lo verificó; no obstante hallarse infestada de
enemigos la Provincia; y a Oblitas lo tuvo arrestado en su casa más de mes y
medio. Este hecho lo ha presentado vuestro Visitador General, y ha llenado de
escándalo a toda la Ciudad y sus inmediaciones con razón; porque ¿quién no
se ha de escandalizar de ver excomulgados a dos sacerdotes sin más causa que
haber practicado un acto de fidelidad al Rey con la exhibición de la carta de un
Traidor, y declarando irregular a otro que, defendiendo su vida, perpetró una
muerte? El Obispo sintió mucho la manifestación de aquel documento por ser
dirigido a Don Antonio de Ugarte, su íntimo y parcial, en unos términos que
podían aclarar sus maquinaciones y secretas inteligencias; y por eso persigue
con tanto encono a Oblitas y Areta, cuando éstos se muestran más fieles vasa-
llos del Rey, al mismo tiempo que está patrocinando descubiertamente a un
traidor como Maruri. Pero, con todo, aún viendo vuestro Visitador General
un testimonio tan auténtico de la infidencia de este Prelado, no ha hecho no-
vedad en su trato y estrecha correspondencia.
79.-Algunos prudentes, a vista de estos procedimientos, y no pudien-
do persuadirse que al Visitador se le oculten las traidoras intrigas de vuestro
Reverendo Obispo, creen que se conduce con una política muy fina, por no
tener fuerzas para el remedio; mas como si esto es así, ni debe dilatarse el cas-
tigo (a no querer perder estas posesiones) quedan siempre unos recelos, que
con dificultad se podrán satisfacer a los que con una crítica fiel y juiciosa, se
mantienen aquí en observación. Para formar cabal concepto sobre la materia
era preciso reconocer los autos practicados por este ministro; y no siendo esto
posible, es disculpable cualquiera desconfianza, mayormente fundándola en
unos hechos tan graves y ciertos como los indicados; en lo cual no es nuestro
ánimo inferir la menor ofensa a vuestro Visitador, sino prevenirnos los que
tenemos interés en la causa, para defender nuestros derechos, caso que el pro-
ceso lleve los vicios que tenemos.
80.-He oído a Don José de Zaldívar (Abogado de esta Ciudad que
hizo de Fiscal en la causa de Túpac Amaru) que no se formó interrogatorio
para su declaración; que no consta en el proceso ni una pregunta sobre la
muerte de Don Antonio de Arriaga; sobre la desgraciada expedición de San-
garara; ni sobre la venida del Rebelde a Piccho, sitiando al Cuzco; puntos que
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