Page 383 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
sanguinarios y feroces piratas que, dejados de la mano de Dios, peor que un
Atila, destrozaron los indefensos pueblos; estos escapados son realmente un
flagellum Dei, como Atila, por su crueldad inagotable; son viva imagen de Ne-
rón, tirano como lo publica el tiempo y cada día lloran las repúblicas.
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Las crecidas columnas de Lampa, Carabaya y Azángaro, por orden de
sus respectivos jefes, hicieron su retirada unos para Puno y otros para Are-
quipa. Parecióles a los indios que el hacer esta demostración guerrera, era
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efecto de cobardía, siendo en sí un ardid o industria miliciana, para después
triunfar de ellos; fabricóles con esta acción mejor fortuna; y puesto, pues,
cuando volvieron a ocupar sus sitios, pudiendo ser los corsarios descanso de
sus iras, fueron despreciables expolios de sus plantas. Diga Appio cuando na-
vegó proscrito a Roma, donde sus propios domésticos le maquinaron su ruina,
por quedarse con todas las riquezas que llevaban; arrojáronle de la nave a un
bergantín; en esta injuria le fabricaron su seguridad, porque sobreviniendo
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una borrasca, se sorbió la nave, al mismo paso que Appio llegó con felicidad a
Sicilia. Arrojaron a los nuestros estos rebelados al mar de las zozobras infaus-
tas, por tiranizar con los restantes bienes y vidas más a su salvo; pero fabricó-
les con su hecho un seguro puerto de merecimientos para con Dios y el Rey,
yéndose ellos miserablemente a pique con el robo en las manos.
Grasó la conjuración con la mayor crueldad y saña; olvidáronse los in-
dios lo humano, como si sus progenitores hubiesen sido basiliscos, dragones,
tigres, leopardos o las fieras más sanguinarias, que abrigan las bosques más
incultos; mataron a los españoles sin reservas de sexo ni edades, que su tiranía
y hechos no tienen cotejo con las historias.
Hallábase esta amable Nación en tal constitución de desventuras, por
desprevenida, que deshecha su túnica polímita y teñida su talar con su propia
sangre, a manos de sus propios apasionados, pedía por instantes con su ince-
sante llanto favor al Cielo, que le enviase auxilio, que lo libertase de la tirana
opresión de los indios que rencorosos, hechos áspides o dipsades, se morían
con su desesperada sed, por beber más sangre, aún en medio de tanta que
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108. Sus hechos en Puno, Sorata, Langui, Calca, etc. dicen de ellos lo que son. Mariano (Túpac Amaru), desde medio camino de
Lima, tuvo el atrevimiento en enviar a Marcapata una banda negra bordada con oro, y en virtud de ésta se aliaron los indios; pero su
Corregidor, Don Raymundo Necochea, cuasi los acabó, y fué mucho hacer por ser una montaña espesa. [nota del autor]
109. Muchísimas familias han quedado por muertas y mucho es lo que se llora sobre ellas. [nota del autor]
110. Mucha fué la disposición de los Ayaviri y otros pueblos inmediatos, que se juntaron allí; mas por causa de la maldita retirada se
perdió todo y se con(ta)minó todo el Collao hasta cerca de Chuquisaca y otros lugares remotos. [nota del autor]
111. Fulg. Lib. 7. [nota del autor]
112. Luc. Lib. 7. [nota del autor]
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