Page 305 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
                                        Ese es quien se viste
                                        Mas a lo moderno.


                    Otra caterva formaban los Toreros de a pié, que vestidos vistosamente
            de gallardas viseras ó birretinas, capas cortas, justacores, calzones, y pantuflos
            de fabrica extraordinaria, de ajustes raros, de colores encendidos, parecia que
            hazian revivir en sus bultos, a los Mirmilones, Hoplomacos, Postulaticios, Di-
            maqueros, Laquearios y Reciarios antiguos, que tenemos tan divertida, como
            eruditamente dibuxados y explicados en Justo Lipsio.  Todos recorrian con
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            desenfado las calles, en la izquierda embrazaban sus adargas, con la derecha
            blandían sus puñales ó dagas, ostentaban su intrepidez, jactaban su osadía y su
            destreza, decantaban sus proximos triunfos, y danzaban todos su zarabanda.
            Mejor se diría que se leia en las frentes de estos abandonados Bestiarios la in-
            sensatez, y la indolencia, con que exponían al peligro una vida que tanto vale,
            por un ligero Pre, que dificilmente los empeñaria, a mi ver, sino añadieran a
            sus necedad la vanidad de sus infelices hazañas que los recomiendan allá entre
            sus iguales, y los suelen constituir como héroes de estas lides tauricas. Quien
            creyera que en almas de esta laya habia de ser no mas que especie de juego, lo
            que la antiguedad ha dicho que en el invicto Hercules era trabajo?
                    Hizosele cargo a uno de estos de la profesion tan infame que abrazaba;
            y satisfizo con que antes la había tenido peor, y sido por ella castigado; expli-
            cóse con este rasgo de Argensola:

                                   Viendo Alfion quan desvalida
                                      Yace la causa del Justo;
                                     Y al rebes quan a su gusto
                                      Logra el iniquo la vida,
                                    Dio en ser malo; y a medida
                                      de su maldad castigado;
                                   ¿Dequando aca (dixo) el hado
                                        Trata los malos así?


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            136. Saturnal 2. (pp. 158, nota 1, ed. 1795)





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