Page 300 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Volumen 1
Relación de la fundación de la Real Audiencia del Cuzco en 1788
La Real Audiencia se coloco en la hermosa galeria o corredor que do-
mina la Plaza, y se aventaja a los demas en desahogo, situacion, balaustrada
y elevacion. Seguia otra destinada al Cabildo, Justicia y Regimiento; y casi en
linea recta otra tercera que aunque en menores limites daba lugar comodo al
Venerable Dean y Cabildo de la Iglesia. Los Reales Colegios tuvieron puesto
en los sitios vecinos al de los respetables cuerpos referidos, formando todo
esto un bello prospecto de matizes y engastes que se hazian considerar por la
diversidad de sus bien repartidos colores.
La fuente que posee el medio de la Plaza, y que entonces se puso en
insolita pompa con caños y chorros de agua en que el arte se entrelazaba con la
naturaleza, tuvo tambien otra gala en follages y enramados de yerbas y flores
que le daban honores de huerto habitado de varias y no comunes aves como si
tambien viniesen a ser espectadores de lo que la Plaza ofrecia. Rodeaban todo
el borde de la fuente, y tasa inferior del agua muchas cantarillas y alcarrazas
coronadas de gruesas moles de nieve que provocaban a que las desmoronaze
el sediento, ó las conformase en variedad de figuras la juventud que la arreba-
taba. Los que ó no hallaban lugar en los tablados ó no querian oprimirse en
limites que les prohibiesen los impulsos de una sangre que esta en el zenith de
sus hervores, se acogian a una area que formaba la espaciosa palizada que cer-
caba la fuente; y que les permitia licencia para tal qual furtiva excursion que
llenaba los vacios que dexaban los Toreros, y divertia mas al concurso. Tenian
estos mozos aventureros la seguridad de facil asilo contra un apuro, en los
peribolos ó vallado de aquel espacio, y en los plintos de aquellas advenedizas
columnas.
Los dos Alcaldes Ordinarios Don Pedro Concha sujeto que por su na-
cimiento entronca con muchas familias ilustres del Perú, y por su conducta
y suavidad de indole tiene la estimacion de todos; y Don Mateo García de
Viana, vecino de integridad, enamorado de la inexorabilidad de la justicia, y
enlazado por matrimonio con una de las casas de honor y nobleza en la Ciu-
dad, fueron los del cuidado, disposicion y gasto de los dos primeros dias.
Era justo que estos Jueces Administradores de la equidad, celebrasen
a un Tribunal que ya venia a ser el sagrario mas venerable de ella; en quien
habian de reconocer el superior resorte que avocaria a su conocimiento las
decisiones de las causas que ellos juzgaren, como que rendian gustosos el con-
cepto, y las Fasces ó insignias de su judicatura al Senado que iba a trazar mas
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