Page 106 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Volumen 1
Representación de la ciudad del Cuzco
porque se hallan sin juez que auxilie esta demanda, ni prelados que atiendan
tan justas quejas, porque de estos desórdenes les viene el mayor aumento de
sus intereses.
158. Este modo de manejarse prelados y religiosos es más comun en
los conventos que no son cabezas de provincia, porque en ellos hay ménos
atencion y cuidado que en los otros, donde la precisa asistencia de los pro-
vinciales y religiosos de circunspeccion, que hay algunos y buenos, conservan
y mantienen sus santos institutos en sólo la parte que pueden, cuidando sus
estudios y de todo lo demas que les hace apreciables en las repúblicas, aunque
también padecen algunos lastimosos atropellamientos que les causan otros
prelados superiores, como son comisarios y vicarios generales, de que se ori-
ginan infinitos daños que vienen a resultar en los religiosos, como será preciso
especificar de algun modo para crédito de lo que se va expresando.
159. Son cuantiosos los gravámenes en que se constituyen las provin-
cias, y se comparten entre los conventos, para las conducciones de los vicarios
y comisarios generales; y para la ostentosa manutencion de éstos se cargan de
empeños los prelados, de tal modo, que son precisos, ó la escasez á los súbdi-
tos, ó la distribucion de lo más sagrado, á que se agrega que siendo su destino
temporal, procuran lucrarse para volver acomodados, que no lo pueden con-
seguir sin faltar enteramente a sus incumbencias, disimulando el desórden
con el apetito á sus peculiares utilidades, con las que vician las elecciones de
los capítulos a que concurren, causando el lastimoso delito de la simonía, por
cuyo medio cubran á las prelacías superiores é inferiores, en que se incluyen
áun las personas seglares, por las conexiones con los pretendientes y las nego-
ciaciones que con ellos establecen, en que se han visto muchos escrupulosos
sucesos, que escandalizan sus recuerdos, por la publicidad de la venta en tan
sagrados ministerios, y comercios que en ellos se hacen.
160. Es notable la fuerza con que ponen los tales vicarios, comisarios
generales, á los verdaderos religiosos que, arreglados á sus conciencias, inten-
tan producir sus votos en justicia, porque los encarcelan, destierran y privan
de sus honores, en total descrédito de su conducta, con que se intimidan mu-
chos, y recaen contra su voluntad en el gusto de aquellos superiores, sobre que
son infinitos los casos prácticos de estos acaecimientos, áun con sujetos de la
mayor religiosidad.
161. Este atropellamiento retrae á muchos de la observancia religiosa
y de la aplicacion á las letras, pues no esperando el premio por el justo camino
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