Page 110 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Volumen 1
                                                             Representación de la ciudad del Cuzco
            una crecida renta con que mantenerse fuera de su convento, y convirtió en
            esta fábrica algunas piezas de la misma lámpara de la iglesia, y cuanta plata
            hurtada le llevaban á vender, considerándose haber entrado más de tres mil
            marcos en dichos hacheros.
                    168.  Sucedió á este prelado otro que despidió áun a los viejos, para que
            fuesen á vivir á sus casas particulares, donde los mantuviesen, con el cargo de
            asistir á las funciones públicas en comunidad, y se quedó con solos dos y un
            lego, y dió permiso entrasen á cuidarle dentro de la clausura una negra y una
            mulata que le servian como si viviese en una casa seglar, y solicitando el aho-
            rro del gasto, deshicieron unas andas de la iglesia para convertir en leña para
            su cocina, dando lugar á la grave censura de todo la ciudad, y que en ella fuese
            vulgar juicio que no habia oficina más segura para almacen de pólvora que la
            cocina de aquel convento, por las pocas veces que en ella se encendia candela.
                    169.  Es muy doloroso el ver que se dió principio más hace de sesenta
            años de una hermosa iglesia del mismo convento, y que habiendo seguido
            su fábrica á expensas de la devocion hasta el estado de poner los arcos de cal
            y piedra, que tiene algunos, y cubrir sus bóvedas, se hayan seguido muchos
            prelados sin cuidar de su continuacion, áun teniendo renta separada para esta
            obra; y habiendo solicitado el cabildo secular del Cuzco se nombrase de prior
            á un sujeto de reconocido juicio y virtud, que lo habia sido ántes, y era muy
            aplicado al culto y de mucho empeño á la fábrica, no convinieron el provincial
            y definitorio de Lima en nombrarle, para colocar en esta prelacía á un ahija-
            do que se obligaba á contribuir con crecidias mesadas á uno de los maestros
            autorizados de aquel congreso, preponderando este interes á la celosa y justa
            representación del Cabildo, que tambien lo hizo presente al virey, Conde de
            Superunda, quien luégo mandó hacer el debido requerimiento; pero no ha-
            biéndose dado otra providencia, ha ocasionado este descuido que se hayan
            pasmado algunos de los arcos y paredes, y es presumible quede sin concluir
            este templo, que pudiera ser de los mejores del reino por su bella y hermosa
            disposicion, y el mismo Virey, bien informado de los calificados malos y es-
            candalosos procedimientos del citado prelado que vino para dar las mesadas,
            dió las providencias correspondientes para que se le retirase de esta prelacía
            y se castigase; se hizo en la apariencia, y al siguiente capítulo fué nombrado
            secretario del Provincial, y despues prior en el convento de Arequipa.
                    170.  Debe hacerse muy sentida consideracion en el conocimiento de
            haber sujetos en todas las religiones de muy ajustado vivir, que habiendo



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