Page 81 - José de la Riva Aguero - Vol-1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             Vida y obra de José de la Riva Agüero
            desde este lugar que dista quarenta leguas de esa Capital, todos saben que el
            celebre proceso, mas celebre que las causas celebres de Pitabal y otros, ha gi-
            rado por un Señor Comisionado de la Real Sala del crimen, despues por toda
            la Sala, que esta pidió dictamen a los Señores Fiscales, que estos opinaron que
            Vuestra Excelencia debia entender en ella; y que se halla en este estado? No
            es esto, haberse formalizado un proceso, tratar de su sentencia definitiva, sin
            oir ni entender al acusado? No es esto pribar al hombre de bien de los auxilios
            legales? Y no es esto en una palabra hacer un juicio nulo, nulisimo?
                    No podré aqui probar la falcedad de mis calumniadores, por que para
            ello seria necesario tener á la vista sus declaraciones é imposturas, pero si po-
            dré justificar mi inocencia haciendo patente la absurdidad de sus calumnias.
                    Dicen [Al margen: segun lo que escriven de Lima] que yo estuve en
            los Chorrillos. Exijo á mi calumniante á que presente una persona que me
            haya visto en los Chorrillos durante el bloqueo ó despues. Cabalmente en ese
            tiempo me hallava gravemente enfermo é impedido de hacer exercicio largo
            á caballo ni á pie, de cuya enfermedad podrá certificar el medico Ingles, que
            asiste á la familia Vuestra Excelencia, quien expondrá la prolija curacion que
            me hizo desde dos años antes, y que sin embargo no logro restablecerme. De-
            claren igualmente los Doctores Don José Manuel Davalos y Don José Gordi-
            llo, quienes me han asistido desde mediados del año de 1817 en que vine de
            Miraflores hasta el dia 12 de Junio del presente en que sali de esa Ciudad para
            esta villa. Declaren igualmente los Doctores Don José Manuel Valdez, que me
            reconocio ultimamente en visperas de mi salida, esto es, quando me hallava
            muy mejorado, y me proporcionó un remedio con que poder, aunque á costa
            de mucha in comodidad, verificar este penoso viage; y Don José Pezet, á quien
            en meses anteriores había consultado este mismo padecimiento. Declare el Ci-
            rujano Don N. Abila, si durante los meses de Febrero y Marzo de 1818, esto es,
            un año antes que hubiesen enemigos en estos mares, no me estubo asistiendo
            en Miraflores, por hallarse este profesor allí, y que diga si no estube privado
            hasta de concurrir á las procesiones de semana Santa en el Chorrillo.
                    Si esto fue un año antes quando no estaba en la gravedad á que llegué
            en el siguiente; ¿como pues se dice que estube en los Chorrillos para verme
            alli con Blanco Cicerón? Ignoran esos malvados que en los chorrillos estaba
            de Comandante Militar el Brigadier Señor Don Francisco Salazar, que habia
            muchas tropas que estaban en vigilancia para que los pescadores no hechasen
            sus canoas á la mar, ó juzgar también delincuente al mismo Señor Salazar?



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