Page 375 - Debate Constitucional 1993 - Tomo III
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Vale la pena aclarar esto, señores congresistas,  Sí, señor, hay que decirlo claramente. Yo lamen-
                  para que se sepa que lo que estamos discutiendo  to con cólera este problema, porque he visto,
                  hoy es una conquista gradual que ha venido ocu-  durante los últimos veinte o treinta años, que la
                  rriendo en el seno del Congreso en los últimos  nación ha sido herida profundamente en su ca-
                  dos o tres meses. No es una discusión de hoy.  pacidad de investigación, de estudio, de escribir
                                                              y de darle al país posibilidades de indagación de
                  En segundo término, al haberse respetado la  la verdad científica, literaria, de humanidades,
                  educación gratuita y obligatoria en la inicial,  porque hubo chantaje en las universidades na-
                  primaria y secundaria, manifiesto entonces mi  cionales.
                  profunda satisfacción por estas primeras líneas.
                  Y, una vez más, entonces, me siento justificado  Muchos de los talentos peruanos han tenido que
                  de haber llegado a este Congreso por la elección  irse del Perú, porque no podían vivir en ese
                  popular, al haber —con Gloria Helfer, Henry  ambiente. Y se quedaron —no todos— algunos
                  Pease, Sambuceti y otras personalidades del  de los cobardes que fueron los que cubrieron a
                  Congreso— defendido la gratuidad en los cole-  esos estudiantes porque les tenían miedo, por-
                  gios y haber convencido a la mayoría —a la que  que no fueron capaces de hacer la reforma in-
                  saludo en este momento por su sentido razona-  terna en la universidad, ni pedirle a las autori-
                  ble de haber aceptado y respetado esta tesis—  dades del gobierno el respaldo para ello, porque
                  de la necesidad de incorporar al texto constitu-  las mismas autoridades se coludieron —desde
                  cional esta reforma que estamos haciendo sobre  el Ejecutivo, desde el gabinete de ministros e
                  el artículo 18º.                            inclusive desde el Congreso—, con su silencio,
                                                              para no entrar a fondo en este problema.
                  El segundo punto: "En las universidades públi-
                  cas el Estado garantiza el derecho de educarse  No puedo callar, señor Presidente. Tengo cin-
                  gratuitamente a los alumnos que mantengan un  cuenta y un años, y pocas veces me pongo tan
                  rendimiento satisfactorio y no cuenten con los  irritado. Pero, a esta edad, es mi tema, el tema
                  recursos económicos necesarios para cubrir los  del estudio, de las humanidades, de la investi-
                  costos de la educación".                    gación. Qué tanto se habla y se dice que si una
                                                              nación no tiene los cuadros para investigar ni
                  No puedo dejar de decir, desde este escaño, como  estudiar es una nación que se paraliza hoy; que
                  profesor universitario, escritor e investigador, que  la informática, que la ciencia, que los datos, que
                  este tema que nos convoca, de la calificación para  las bibliotecas. Pero, señor, todos ésos son sólo
                  la gratuidad, arrastra la responsabilidad de  instrumentos, pero qué es del hombre; si no hay
                  muchos grupos políticos que hicieron una enor-  el hombre o los hombres que puedan organizar
                  me demagogia en este país durante los años pa-  bien eso, no hay en realidad una auténtica uni-
                  sados; porque si las universidades han entrado  versidad.
                  en crisis por este tema de la gratuidad, ha sido
                  por la irresponsabilidad de grupos, que no quie-  Voy a pasar a explicar por qué no quisiera apo-
                  ro calificar aquí, que quisieron usar la universi-  yar, al final, esta historia.
                  dad como trampolín político y, por lo tanto, de-
                  primieron lo que debió ser un nivel académico  Entiendo que hayan puesto que "en las univer-
                  de primera importancia en la nación.        sidades públicas el Estado garantiza el derecho
                                                              de educarse gratuitamente a los alumnos que
                  Ellos son corresponsables de la decadencia de la  mantengan un rendimiento satisfactorio".
                  universidad nacional que nosotros tenemos que
                  rescatar hoy; o sea, nosotros, hoy, tenemos que  ¿Por qué ustedes quieren plantear esto? Por lo
                  asumir este problema.                       que han dicho mis colegas anteriores: porque
                                                              muchos estudiantillos mediocres que han llega-
                  Algunos de los que están aquí presentes fueron  do a políticos mediocres también —y sin éxito—
                  compañeros de viaje de esos grupos políticos que  se han perpetuado en la universidad gracias a la
                  fueron los responsables de la declinación de la  tolerancia de esos catedráticos y de esas autori-
                  universidad nacional y, también, de autoridades  dades que no supieron poner coto a este asunto.
                  y catedráticos que hoy día "cacarean" a favor de  No quiero decir nombres. Me están recordando
                  este artículo cuando antes fueron tolerantes con  a algunos que ahí están, rondando, criticando
                  esos grupos políticos y no tuvieron el coraje para  este Congreso, porque envidian estar acá; y qui-
                  poder conducir a los estudiantes irresponsables  sieran estar, y no están; y quisieran estar en el
                  y les dieron, seguramente, calificaciones supe-  poder, y tampoco están. Son perpetuos adorado-
                  riores a sus rendimientos para hacerlos pasar  res del poder que, a mí, sinceramente, me im-
                  por agua tibia, debido a incalificables cobardías.  porta muy poco.



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