Page 361 - Debate Constitucional 1993 - Tomo III
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gado. El texto completo me parece excelente, y  sentes tiene más experiencia que él en lo que es
                  voy a pasar a dar mis razones.              educación universitaria y, además, pública, esta-
                                                              tal.
                  El añadido satisface las expectativas de miles, de
                  cientos de miles, de jóvenes que están con la ilu-  No pretendo que se modifique, no pretendo in-
                  sión de poder ingresar a una universidad. Y digo  sistir en una modificación mayor; pero el mismo
                  esto porque en el sector agrario —en el que es-  argumento que usa el arquitecto Sota Nadal es
                  toy inmerso—, en el recorrido que hago por las  el que personalmente utilicé para hacer ver que,
                  diferentes regiones del país, veo la frustración  en primer lugar, cuando se habla de gratuidad —y
                  de muchos jóvenes que, habiendo pasado por el  se usa la palabra gratuita—, lo que tenemos que
                  colegio o por las escuelas con mucho esfuerzo,  pensar es lo siguiente:
                  teniendo rendimientos excelentes o extraordina-
                  rios, se quedan en las chacras, en las cooperati-  Primero, la gratuidad no existe. No hay en la
                  vas, a seguir tirando lampa —como se dice crio-  sociedad, por decir una metáfora, almuerzo gra-
                  llamente— en vez de acceder a una universidad  tis, alguien paga la cuenta: si el almuerzo lo re-
                  en forma gratuita.                          gala el restaurante, lo paga el dueño del restau-
                                                              rante, etcétera. Por lo tanto, cuando algo es gra-
                  ¿Y por qué es importantísimo poner acá el rendi-  tis para alguien, le cuesta a otro, que es el que
                  miento satisfactorio? Tenemos un ejemplo digno  paga el costo de esa gratuidad para un tercero.
                  de expresarlo en este momento, con ese modesto  Entonces, la pregunta que cabe hacerse es: ¿quién
                  muchacho que se propuso acceder al primer pues-  paga la educación de quienes teóricamente la tie-
                  to de la Universidad de Lima y lo consiguió, por-  nen en forma gratuita? La paga el Estado. ¿Y de
                  que sabía que estando en los primeros puestos  dónde saca el Estado los recursos económicos
                  iba a tener una beca, iba a tener una educación  para pagar ese costo? De los impuestos, de todos
                  superior gratuita, y lo logró.              los ciudadanos del Perú.

                  Por eso es importante dejar esto de rendimiento  Por eso es que sostengo que cuando la gratuidad
                  satisfactorio, porque hay muchísimos muchachos  es indiscriminada y no es para aquellos que real-
                  de diferente condición social, de diferente raza:  mente la requieren, —es decir, para aquellos que
                  negro, blanco, cholo, que tienen aspiraciones, y  requieren de algún tipo de financiación parcial o
                  ellas se ven frustradas.                    total de parte del Estado, lo que es justo, es ético
                                                              y es absolutamente necesario e indispensable—,
                  Creo que en este artículo, en este añadido, se  lo que en la práctica se está haciendo, es que per-
                  satisface plena y pragmáticamente —que es lo  sonas que no tienen no sólo educación, sino que
                  más importante—, dejando de lado las ideologías  tampoco agua, luz y casa, están pagando —a tra-
                  y los colores políticos, las justas aspiraciones de  vés de los impuestos— parte de la educación a
                  una juventud que quiere avanzar para hacer una  algunos que no necesitaban esa gratuidad o esa
                  patria mejor.                               financiación estatal. Es decir, la gente más hu-
                                                              milde de nuestro país ha venido financiando la
                  El señor PRESIDENTE.— Señor Rey Rey, tie-   educación de algunas personas, por pocas que
                  ne la palabra.                              éstas sean, señor; porque se dirá: la mitad de la
                                                              población del Perú está en condiciones de pobre-
                  El señor REY REY (R).— Señor Presidente:    za. Muy bien, la otra mitad no.
                  Anuncio que voy a votar a favor de este artículo,
                  fundamentalmente porque creo que es un avan-  No quiero, por eso, extenderme en decir que es-
                  ce con respecto a lo que estaba aprobado. Es sa-  tos mismos argumentos deberían de haberse uti-
                  ludable la rectificación. Además, quiero resaltar  lizado o deberían de habernos servido para ha-
                  que, efectivamente, ello proviene de una posición,  cer este cambio de concepción con respecto a toda
                  inicialmente personal, de nada menos que del  la educación en general y no sólo en el nivel uni-
                  rector de la Universidad Nacional de Ingeniería,  versitario.
                  el arquitecto Javier Sota Nadal, que, para infor-
                  mación de los señores congresistas, escribió un  Pero concentrémonos en el tema universitario.
                  artículo en el diario El Comercio titulado Nece-  Conversando con el arquitecto Sota Nadal, él me
                  saria rectificación.                        hacía ver un argumento que es absolutamente
                                                              lógico: se está recurriendo a una gratuidad, repi-
                  Yo respeto las opiniones contrarias, pero consi-  to, de tipo universitario. Mediante este sistema,
                  dero que nadie puede sostener que una persona,  se está propiciando en la práctica que la gente
                  con la experiencia, con la rectitud y la informa-  pobre, que no tenga suficientes recursos para
                  ción que tiene el arquitecto Sota Nadal, puede  pagar su educación o que desee una gratuidad
                  ser menospreciada. Creo que ninguno de los pre-  total, recurra a las universidades estatales. En



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