Page 357 - Debate Constitucional 1993 - Tomo III
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Sólo quisiera terminar diciendo que espero que  de miles, probablemente millones, de mujeres en
                  no tengamos que enorgullecernos sólo de una  nuestro país, porque se está haciendo la difusión,
                  Constitución bien redactada. Mucho más orgu-  el reparto, la autorización de venta de muchos
                  llosos —y lamento que en esto haya profundas  artículos anticonceptivos que no solamente son
                  discrepancias— nos sentiríamos si fuera una  abortivos, médicamente comprobados —con lo
                  Constitución de buenos contenidos. Lamento que  cual, por tanto, se está cometiendo una falta cla-
                  haya capítulos enteros cuyo contenido nos pare-  ramente tipificada en nuestro ordenamiento ju-
                  ce deplorable, aunque su redacción pueda ser  rídico—, sino que, además, muchos de esos artí-
                  perfecta.                                   culos médicos tienen efectos secundarios graves
                                                              sobre la salud de la mujer.
                  El señor PRESIDENTE.— Estamos tratando
                  de conceder, preferentemente, el uso de la pala-  Finalmente, desde el punto de vista económico
                  bra a los distintos grupos políticos representa-  —lo sé por los estudios que he hecho, por los tex-
                  dos en este Congreso. Sin embargo, vamos a ha-  tos de investigaciones que he leído y consulta-
                  cer una excepción con dos personas que también  do—, muchísimos economistas están llegando a
                  han pedido el uso de la palabra: el ingeniero Rey  la conclusión —que ya se que va a parecer absur-
                  Rey y el doctor Julio Castro Gómez.         da a muchos— que el problema del desarrollo de
                                                              los pueblos nada tiene que ver con la limitación
                  Tiene la palabra el señor Rafael rey.       de su crecimiento poblacional.

                  El señor REY REY (R).— Señor Presidente:    Reconozco también —para que no queden dudas
                  En cualquier caso, el señor Chirinos tiene el de-  de cuál es mi pensamiento— que en muchas ciu-
                  recho de hacer uso de la palabra como miembro  dades del mundo, concretamente en el Perú,
                  de la Comisión de Constitución, de manera que  concretísimamente en Lima, existe una sobre-
                  mi intervención no resulta ninguna excepción.  saturación de personas. De acuerdo. Hay quizá
                                                              una alta densidad poblacional, y ése es un pro-
                  Yo simplemente quiero sustentar, por lo menos,  blema que obedece a ese centralismo y a esa mi-
                  lo que va a ser mi voto personal. Yo voy a votar  gración que desde hace años se viene producien-
                  en contra del añadido de este artículo y quiero  do, desgraciadamente, en el país.
                  explicar los motivos.
                                                              Pero me opongo por razones de tipo moral —que
                  Reconozco, señor, que muchas veces las familias  no es intuición, es constatación— a lo que hace
                  tienen no sólo el derecho sino el deber de espa-  el Ministro de Salud de este Gobierno —y lo han
                  ciar el número de nacimiento de sus hijos. Reco-  hecho otras administraciones de Salud—, de am-
                  nozco también que las familias tienen el derecho  pararse en artículos de este tipo para, en la prác-
                  de escoger con plena libertad y responsablemen-  tica, reducir la concepción de la paternidad y la
                  te, como es lógico, el número de hijos que desea  maternidad responsable sólo al control de la na-
                  tener. De acuerdo. También creo que la paterni-  talidad.
                  dad responsable y la maternidad responsable
                  implican generosidad. Y esa generosidad muchas  De manera que ésos son los motivos que me lle-
                  veces es tener más hijos de los que se tiene.  van a pensar que el derecho de las personas pue-
                                                              de ser libremente ejercido sin que haga falta re-
                  Y, finalmente, soy consciente —sería absurdo que  currir a métodos artificiales de control de natali-
                  no lo fuese— de que hay familias con impedi-  dad. Se dice mucho, y falsamente, que los méto-
                  mentos de distinto tipo, sean económicos, fisio-  dos naturales, como el método de Billing, no tie-
                  lógicos, mentales, etcétera, por lo que deben re-  nen resultados eficaces. Acaban de estar de visi-
                  currir a un espaciamiento o, incluso, a evitar el  ta en nuestro país los propios esposos Billing, en
                  nacimiento de una nueva criatura, un nuevo hijo.  un seminario que realizaron, y los investigado-
                                                              res, que nos les interesa negar el reconocimiento
                  Sin embargo, desde el punto de vista moral, sí  de su método, han llegado a la conclusión de que
                  tengo una seria objeción de conciencia con res-  es seguro en más del noventa y ocho por ciento
                  pecto a lo que son los métodos artificiales de con-  cuando es adecuadamente explicado y ejercido.
                  trol de natalidad. Pero no solamente es una obje-
                  ción de tipo moral; también es una objeción de  Pero me temo que, en la forma como se plantea
                  tipo de salud.                              la redacción, se va a seguir llevando —digo se-
                                                              guir, porque no va a ser una novedad— al gobier-
                  Acuso, públicamente, al actual Ministro de Sa-  no, al Estado, a introducirse, de una u otra ma-
                  lud de este Gobierno de atentar contra la salud  nera, en forma compulsiva en ese control de la





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