Page 108 - Debate Constitucional 1993 - Tomo III
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je a un Mario Polar Ugarteche, rindo mi home-  lugar, adjetiva y, en segundo lugar, no fue una
                  naje a un Ernesto Alayza Grundy, rindo mi ho-  consulta a la ciudadanía.
                  menaje a un Enrique Chirinos Soto, que plan-
                  tearon temas sobre la descentralización con fe  Por eso hoy tenemos el engendro de la regiona-
                  descentralista en esa Constituyente.        lización verticalista que atraviesa y entrampa al
                                                              país, porque, en la mayoría de regiones multide-
                  Lo que sucede es que el sistema de regionalización  partamentales, los pueblos que la integran y que
                  que crea la Constitución de 1979, al que voy a  no son capital de esa región verticalista no quie-
                  ponerle el apellido de "verticalista", adoleció de  ren seguir integrando esa región, simple y llana-
                  los siguientes errores:                     mente porque han visto que al centralismo lime-
                                                              ño se ha agregado el centralismo regional que crea
                  En primer lugar, un error capital de concepto,  la Constitución de 1979.
                  del que nace todo el rosario de errores. El artícu-
                  lo 260º de la Constitución de 1979 concibe que  Es por eso que Tacna y Moquegua no quieren
                  las regiones se pueden crear por ley, no mera-  seguir perteneciendo a la Región José Carlos
                  mente como una fórmula jurídica o burocrática  Mariátegui; es por eso que Madre de Dios y Apu-
                  de dar existencia a las regiones, sino porque los  rímac no quieren seguir perteneciendo a la Re-
                  constituyentes de 1979 concibieron mal que por  gión Inca; y, por no cansarlos, no sigo más: en las
                  ley se podía formar regiones. No, señor, las re-  seis regiones multidepartamentales sucede lo
                  giones no las puede formar la ley; las regiones  mismo.
                  las forma la historia en un proceso múltiple, te-
                  niendo en cuenta múltiples factores y en un pro-  Es que este problema de la concepción regional
                  ceso histórico.                             es clave para entender lo que debemos abando-
                                                              nar. Y aquí quiero hacer un alto para decir lo si-
                  Por ejemplo, España es, tal vez, en el concierto  guiente: la historia no sólo es para seguir los ca-
                  mundial, una de las naciones que tiene el proce-  minos positivos, sino sirve también para evaluar
                  so de descentralización más efectivo. Pero la na-  los momentos y los proyectos en marcha y ver si
                  ción española es un producto tardío, secundario  son positivos; pero, si son negativos, también son
                  en el tiempo, frente a la presencia regional. Es  lecciones de la historia. Justamente, de este pro-
                  decir, los reinos que dieron lugar a la España con-  ceso de regionalización verticalista tenemos que
                  temporánea preceden a la nación española. Lo  aprender qué cosa no hacer.
                  que han tenido que hacer los españoles en su Carta
                  Constitucional es reconocer ese desarrollo regio-  Por lo tanto, ese proceso verticalista no ha sido
                  nal preexistente a ella misma.              un despilfarro para el país, ni ha sido inútil el
                                                              esfuerzo de quienes creyeron o trabajaron en él,
                  Hay, pues, un error conceptual en la Constitu-  ni es despilfarro de los recursos que se invirtie-
                  ción de 1979, en el artículo 260º, del que se deri-  ron. Ése fue un camino erróneo, y vale muchísi-
                  van otros errores.                          mo saber que fue un camino erróneo y que no se
                                                              ha de persistir en él. Hay que iniciar un nuevo
                  Efectivamente, los Parlamentos que sucedieron  camino que, ojalá, cuente con el apoyo unánime
                  a la Constituyente de 1979 estaban facultados por  de este Congreso.
                  la Constitución a crear regiones, y las crearon
                  como sacando conejos de un sombrero negro de  Los errores no sólo fueron conceptuales; los erro-
                  mago. Dijeron los parlamentarios: "Pongámonos  res fueron de diseño funcional de las regiones y
                  de acuerdo primero en cuántas regiones creamos",  de los gobiernos regionales, y preciso lo siguien-
                  y se pusieron de acuerdo en que debían ser no  te:
                  más de doce regiones.
                                                              En primer lugar, se privilegió un asambleísmo
                  Pregunto al país: ¿por qué doce? ¿Por qué no cua-  de los gobiernos regionales que maniataba la ca-
                  tro, por qué no cinco, por qué no ochenta, por  pacidad ejecutiva de éstos. Lo que la ciudadanía
                  qué no mil trescientas? ¿Qué arte de birlibirlo-  quiere y lo que los descentralistas queremos es
                  que tiene el número doce? Pues bien, la única  ser dueños de nuestro destino, no estar con re-
                  virtud que tuvo el número doce es limitar la ca-  presentantes —después criticaré cómo se nom-
                  pacidad "genética", entre comillas, del Parlamento  braron— parlamentando y discutiendo bagate-
                  para crear regiones; y las crearon metiendo en  las, mientras que la ciudadanía quería trayecto,
                  un solo saco a diversos pueblos, sin haber sido  quería camino, quería construir destino. Hubo,
                  consultados esos pueblos. Se me dirá que se con-  pues, un excesivo asambleísmo.
                  sultaron en algunos casos a las municipalidades
                  provinciales y en otros casos a las corporaciones  En segundo lugar, la composición de esta asam-
                  de desarrollo. Ésa fue una consulta, en primer  blea era poco democrática. Recuerden ustedes que



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