Page 829 - Debate Constitucional 1993 - Tomo II

dactado por Fernando Olivera, no hay; es el crí- más, el doctor Ferrero está haciendo uso de una
tico de los críticos de los críticos por excelencia. interrupción concedida por el doctor Marcenaro.
No voy a mencionar más, porque está ausente,
pero quiero declarar que es una mala costumbre Continúe, señor Ferrero.
acusar a los demás y después irse; un sistema en
el cual hay algunos congresistas que son exper- El señor FERRERO COSTA (NM-C90).—
tos, no es su caso. Aquí llega mi querido colega... Presidente, solamente para decir que no se puede
únicamente criticar, hay que proponer alternati-
El señor PRESIDENTE.— Por favor. Prosiga, vas, y esperamos que en el curso del debate éstas
señor Ferrero. sean planteadas.

El señor FERRERO COSTA (NM-C90).— Se- Disculpe, doctor Marcenaro.
ñor Presidente: No he dicho que no haya habido
propuestas constitucionales del señor Olivera, lo El señor PRESIDENTE.— Puede continuar,
que he mencionado es que su grupo político es el señor Ricardo Marcenaro.
único que no ha presentado proyecto de reforma
constitucional, y eso sí que es una responsabili- El señor MARCENARO FRERS (NM-C90).—
dad; incluso, el doctor Chirinos Soto ha dicho acá Señor Presidente, con su venia, el congresista
que su grupo está por traer, con su aprobación, el Manuel La Torre me pide una interrupción.
proyecto de artículos reducidos, trabajado con la
colaboración de Luis Sardón, de la Universidad El señor PRESIDENTE.— Puede interrum-
del Pacífico. Si eso se suma al proyecto presenta- pir el señor La Torre Bardales.
do por el PPC, por el MDI, y al proyecto presenta-
do por la Coordinadora Democrática y por el se- El señor LA TORRE BARDALES (NM-C90).—
ñor Torres Vallejo, resulta que aunque no le gus- Señor Presidente, con su aceptación.
te a Fernando Olivera, su grupo político es el úni-
co que no ha traído a este Congreso un proyecto Yo quiero defender al grupo del señor Fernando
constitucional, para lo cual fue elegido. Ésa es la Olivera. En la excelente disertación de Carlos
Ferrero —uno de nuestros buenos congresistas—
verdad, pero no importa.
se ha señalado que el grupo de Fernando Olivera
no se renueva, no entra a la modernización. Eso
Cuando la inflación era de veinte por ciento, de- no es cierto; ayer, cuando tratábamos del artículo
cían: "Qué mal está el Perú". El presidente Fuji- de la verdadera reforma constitucional, de la re-
mori la pone en dos por ciento, sube a dos punto elección presidencial, pues gente del grupo de
siete por ciento, y el señor Olivera critica. Cuando Fernando Olivera ha votado valientemente y
había... poniéndose de pie. Por eso yo defiendo a parte
del grupo del señor Fernando Olivera.
Perdón, perdón, desde su escaño, doctor, porque
la Presidencia no le va a permitir en esas condi- Muchas gracias, doctor Marcenaro.
ciones.
El señor PRESIDENTE.— Puede continuar,
Señor, cuando decían: "El Estado no debe con- señor Marcenaro Frers.
tratar más apristas", el señor Olivera decía: "Qué
barbaridad, puro aprista en la administración El señor MARCENARO FRERS (NM-C90).—
pública", y tenía razón. El presidente Fujimori Señor Presidente: Vamos a recordar un poco cómo
reduce el Estado, pero se vuelve a decir: "Qué era el sistema judicial hasta el año de 1990, y
mal está el gobierno", y etcétera, etcétera. El país ¡ojo! que en todas las afirmaciones que voy a
debe saber... realizar, evidentemente existen honrosas e
importantes excepciones.
El señor PRESIDENTE.— Señor Olivera, por
favor. Usted ya hizo uso de la palabra, señor Oli- Todos sabemos que hasta el año 1990 vivíamos
vera, por favor... Perdón. Señor Ferrero, le ruego con un Poder Judicial en evidente estado de co-
detenerse hasta que la calma vuelva al Hemici- rrupción. Nadie desconoce que ya no eran los
clo, creo que estábamos teniendo una reunión abogados quienes se acercaban a los jueces a ofre-
bastante interesante y jocosa; les ruego, por fa- cerles coima, sino que eran los jueces quienes
vor, que mantengan la calma. llamaban a algunos abogados a pedirles "contri-
buciones" para los procesos judiciales, y eran
En su momento daremos la palabra a un repre- conocidos en el medio aquellos abogados que se
sentante del FIM para que tenga la oportunidad dedicaban a este tipo de actividades y cuyos es-
de replicar las palabras del doctor Ferrero; ade- tudios vivían de esta desgraciada manera.

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